Un hit de Juan Gamboa en el cierre del décimo inning dejó en el terreno a Caribes de Anzoátegui, 4-3, y metió en semifinales de la Serie del Caribe a Tomateros de Culiacán, en un juego que terminó en la fría madrugada del viernes en el Estadio Teodoro Mariscal de Mazatlán, México.
Anzoátegui llegó con la imperiosa necesidad de ganar para provocar un triple empate con los equipos representantes de México y Panamá, lo que hubiese definido los dos últimos clasificados a la siguiente ronda por la fórmula Team Quality Balance (TQB).
“Si Venezuela se imponía por tres carreras iban a quedar empatados en TQB y se iba al bateo, con lo que Caribes entraba”, aclaro Jorge Bauzá, director del torneo. El batazo de Gamboa, evitó el cálculo final.
“Fue un excelente juego y me quito la gorra ante Venezuela, pelearon hasta el último momento, nunca se rindieron, buscaron la manera de mantenerse en el partido”, destacó el manager mexicano, Benji Gil. “Sabíamos el tema de la fórmula, algo muy extraño, pensé en tocar perdiendo, para tratar de hacer una carrera, pero los muchachos me lo hicieron fácil, porque ellos estaban pensando en ganar el partido y lo hicieron”.
Con Ramiro Peña en segunda, por la regla Panamericana, José Ascanio se hizo cargo del montículo en el tramo decisivo. Sebastián Elizalde negoció boleto y José Cardona congestionó las almohadillas con hit a la derecha. Efrén Navarro falló con elevado a la izquierda y Ascanio parecía recuperar la confianza sobre su repertorio, pero Gamboa, en cuenta de 1-1, le pescó un envío por el medio del plato y lo envió imparable al jardín central, para encender la fiesta con los colores verde, blanco y rojo.
“Es uno de los turnos más importantes en mi carrera. Era mucho lo que estaba en juego en ese turno y traté de hacer contacto, poner la bola en juego. Son momentos únicos en mi carrera y en mi vida. Lo estoy disfrutando y le doy las gracias (a la gerencia de Culiacán) por confiar en mí y tenerme aquí”, puntualizó Gamboa, que fue tomado como refuerzo de Obregón y usado desde la banca en las postrimerías del juego.
Logan Darnell tiró siete sólidas entradas en las que aisló siete hits y recetó seis boletos, mientras era respaldado con tres doble matanzas de su defensa, que impidieron que le anotaran carreras. El zurdo había dominado en las semifinales de San Juan 2020, durante seis entradas a una alineación muy similar de los Tomateros, para guiar el triunfo de Cardenales de Lara 1-0.
“Fuera de ese rally (del octavo) el pitcher abridor de ellos hizo un gran trabajo, nos mantuvo fuera de la pizarra”, reconoció Gil.
Pero el club local reaccionó justo después que Darnell entregara la responsabilidad al bullpen. El manager Mike Álvarez llamó a su preparador, Pedro Rodríguez, con ventaja de 3-0 y el curtido taponero se desplomó después de dos outs.
José Chávez quedó a salvo en la inicial con hit por los predios de la segunda base. Ramiro Peña recibió pelotazo y Elizalde sacudió hit impulsor, para romper el blanqueo. Luego el experimentado Joey Meneses despachó doble productor de dos, que empató el marcador 3-3.
“Hubo una situación en la que pude haber tomado una decisión diferente, pero no la tomé. Confié en Pedro, que había estado haciendo una gran labor como setup. Pude haber tomado otra decisión y me siento mal por eso”, se lamentó el estratega de Caribes, Mike Álvarez.
Jonrón de Danry Vásquez en la tercera entrada, puso en ventaja al campeón de la LVBP, que había anotado apenas una rayita en los últimos 30 innings. Más tarde, en el quinto, un rodado al cuadro de Jesús Sucre y un incogible de Alí Castillo, llevaron al plato las otras dos carreras venezolanas.
“Los muchachos hicieron un gran trabajo y respondieron como pensaba que lo harían en una situación difícil como esta. Les doy todo el crédito”, apuntó Álvarez.
Pero, a pesar de seguir embasándo corredores, el batazo para abrir el juego nunca llegó. Anzoátegui se fue de 12-2 con hombres en posición de notar y dejó a 10 hombres en circulación.
“Ganamos un buen partido hoy. Ahora nuestro enfoque está en Puerto Rico (Criollos de Caguas), aunque para ese instante sabremos quién sería nuestra rival para el sábado (en una eventual Final). Me siento cómodo y tranquilo, porque sé la calidad de jugadores que tengo, el tipo de seres humanos y su capacidad para luchar”, abundó Gil.
Los equipos venezolanos no ganan una Serie del Caribe desde que lo hizo Tigres de Aragua en 2009.
“Gracias a la afición por todo el apoyo y sé que ese momento llegará para Venezuela”, se despidió Álvarez.