El papa Francisco ofreció el jueves aliento a los músicos que han sido silenciados como resultado de la pandemia de coronavirus, reconociendo que muchos han perdido sus trabajos y la capacidad de ensayar juntos debido al cierre de salas de conciertos y las normas de distanciamiento social.
En un mensaje de video para una conferencia sobre música litúrgica organizado por el Ministerio de Cultura del Vaticano, Francisco recordó la importancia de la música para la vida de la iglesia, citando en particular su papel prominente en las liturgias católicas vernáculas.
Dijo que espera que, una vez que pase la pandemia, la vida musical de la iglesia renazca “y podamos seguir cantando y tocando y disfrutando juntos de música y canción”.
A diferencia del papa emérito Benedicto XVI, un pianista consumado al que le gustaba asistir a los conciertos de música clásica en el Vaticano, Francisco nunca ha mostrado una pasión particular por la interpretación musical, aunque es un conocido admirador del tango y la milonga en su Argentina natal.
Terminó su mensaje para los músicos preguntando si el silencio que la pandemia les ha impuesto no es de hecho una señal de que algo más está por venir.
“¿Es el silencio que vivimos un vacío o estamos sólo en una fase de escuchar?”, indagó Francisco. “¿Permitirá (el silencio actual) que emerja una nueva canción después?”