Un grupo de trabajadores del Hospital Pastor Oropeza de Carora rompió el silencio y el miedo y en las afueras de dicho centro de salud.
Diversos voceros indicaron que este centro asistencial no está en condiciones de atender a pacientes con COVID-19 y tampoco por el área de emergencia debido a la falta de insumos médicos, poco personal y carencia de equipos de bioseguridad.
Jacobo Querales, delegado institucional del Colegio de Enfermeras de Lara, indicó que ni agua ni jabón hay en el hospital, tan elementales para el lavado de manos para la prevención de la COVID-19.
«Tenemos miedo de enfermarnos en este hospital, contagiar a nuestra familia y no tener dinero para comprar los medicamentos», indicó.
Al respecto, dijo que unos 25 compañeros se labores se han contagiado y habló de la cifra de 5 fallecidos por el virus.
Queremos que esta problemática no siga avanzando porque estamos llegando a niveles críticos.
En virtud del apremiante caso le hace un llamado a las autoridades regionales de salud para que se aboquen a brindarles las atenciones al hospital de Carora, cuyas soluciones redundarán en beneficio de la salud de los torrenses.
Mery González, directivo del Sindicato Único de Empleados Públicos de Lara, aseveró que desde hoy se inicia esta lucha por el rescate del Hospital Pastor Oropeza de Carora.
Lamentó que un importante número de trabajadores de varios servicios de este hospital hayan abandonado sus puestos para irse a otro país en busca de mejor calidad de vida, mientras otros, siendo profesiones de la salud se quedaron para trabajarle a los chinos y en casas de familia.
Determinó que ha sido tanto el abandono del hospital de Carora por parte de las autoridades competentes, que hoy se asemeja un ambulatorio urbano topo I.
No hay yeso, tensiómetro, glucómetro ni servicio de laboratorio.