La situación ocasionada por los casos de contagio de la pandemia de COVID-19, en el estado Lara, es sumamente delicada.
Ya ha quedado saturada la capacidad de hospitalización pública y privada, afirmó la doctora Luzmila Leal, de la organización Médicos Unidos, al ser consultada por Elimpulso.com.
La cantidad de casos no ha sido determinada, porque ninguna organización de salud tiene acceso a los hospitales denominados centinelas.
Se sabe que tanto los hospitales y centros de atención del sector público, al igual que los privados, ya no tienen camas disponibles.
Esa circunstancia obliga a los médicos a enviar a sus casas a los enfermos que presentan condiciones leves, a fin de que se hagan los tratamientos.
No hay estadísticas
Médicos Unidos como las demás organizaciones de profesionales de la medicina no pueden precisar las cifras de pacientes, ni de contagios, ya que las informaciones que se obtienen provienen de los médicos que trabajan en torno a los casos que llegan a las clínicas privadas y a algunos hospitales, pero es imposible conocer lo que sucede en los centinelas.
Sin embargo, los datos que se tienen no pueden revelarse porque es arriesgado dar a conocer sin mas confirmación de detalles.
Basta con señalar que ya no hay capacidad para atender tantos enfermos.
“Están copados”, dijo la doctora Leal al ser entrevistada por este medio de comunicación.
Excesiva flexibilidad
Se incrementaron los casos a raíz de la decisión tomada por las autoridades de adelantar la celebración navideña y del recibimiento del año nuevo, ya que alegremente se suspendieron las medidas de restricción que, hasta entonces, impedían enormes aglomeraciones en los sectores comerciales y sitios de recreación, dijo.
“Tanto los gremios de salud como las Academias, incluyendo la de Física y Matemáticas que habían hecho estudios y análisis en torno a la situación sanitaria, advirtieron de la peligrosidad que tenía la excesiva flexibilidad que habían anunciado las autoridades”, recordó nuestra entrevistada.
Gran cantidad de personas descuidó por completo las recomendaciones que se habían hecho, desde el mismo momento en que se comenzaron a registrar los casos de contagio, sin considerar la gravedad del peligro de la enfermedad, agregó.
Los números de casos de contagio, inevitablemente, crecieron en todo el mes de diciembre y, consecuencialmente, en lo que va del primer mes del nuevo año.
“Todo se debió a que no hubo control, a pesar de las serias advertencias hechas debidamente a tiempo”, sentenció.
Déficit de personal
El incremento de casos agrava aún más la situación de los hospitales y demás centros de atención públicos, así como de las clínicas privadas.
Porque, reconoce la doctora Leal, no hay suficiente personal para atender a los enfermos que a diario acuden en busca de de tratamiento.
“El déficit de personal es muy alto”, recalca. “No hay estímulos para llenar las plazas.”
En este sentido indica que, en el sector publico, los salarios son muy bajos, totalmente insuficientes, no se corresponden con la labor que cumplen los trabajadores.
La insuficiencia de personal trae aparejada la falta de relevo en la jornada laboral, que de por si es exigente, agotadora, extenuante.
Generalmente, hay una o dos enfermeras que cumplen jornadas extraordinarias, de hasta más de doce horas.
Por falta de transporte tienen que ir de su domicilio a sus centros de trabajo, a pie, largos trechos y del mismo modo, regresar, tras muchas horas de cansancio.
Y lo peor de todo es que no cuentan con los equipos de bioprotección para la labor que realizan. Tienen graves riesgos laborales. Ya se sabe de un gran número de víctimas en el sector salud.
Tapabocas indispensables
La doctora Leal insiste en recomendar el uso de los tapabocas de tres piezas de tela fuerte, porque son las que garantizan la protección a la persona.
Su recomendación se fundamenta en que a diario se puede observar que en el transporte público no se observa el distanciamiento social.
Los vehículos colectivos van atestados de pasajeros, unos pegados a otros, lo que constituye un severo riesgo para la salud de todos los que se movilizan en esas unidades.
“No hay que salir a la calle a menos que sea por extrema necesidad: ir al trabajo o a comprar alimentos o un bien muy necesario”, expone. “La población debe tomar conciencia de que debe permanecer en su domicilio”.
Considera que para las compras de alimentos o de cualquier producto indispensable, la familia debe enviar a la persona sana.
No pueden exponerse los que tienen diabetes, asma o cualquier otra enfermedad crónica, porque son propensos al riesgo del terrible mal.
En cuanto al tapabocas 95N, no puede usarse más de cinco veces, pero cada vez que sea usado tiene que ser lavado con jabón, rociado con alcohol y colocado al sol, sugirió la profesional de la medicina.
Y en vista de lo ya expuesto acerca de la situación que está viviendo Lara, la doctora Leal fue insistente en recomendar a la población larense mantenerse protegida, ya que las condiciones en los hospitales y centros de atención públicos como las clínicas privadas son muy difíciles para atender nuevos casos.