El grupo extremista Estado Islámico se atribuyó la autoría de un inusual doble atentado suicida que causó más de 30 muertos y docenas de heridos en el centro de Bagdad el jueves.
La milicia radical explicó que el ataque «tuvo como objetivo a chiíes apóstatas”, según un comunicado que circulaba en un cibersitio afiliado a EI el jueves en la noche. Según la nota, la primera explosión fue perpetrada por Abu Youssef al-Ansari, y la segunda por Mohammed Arif al-Muhajir.
Al menos 32 personas murieron y más de 100 sufrieron heridas, algunas de ellas graves, a consecuencia del incidente. De acuerdo con la versión de las autoridades, el primer suicida gritó que se encontraba indispuesto en medio del concurrido mercado, lo que hizo que una multitud se acercase a él, y que fue entonces cuando activó su cinturón explicó. La segunda deflagración se produjo poco después.
Una coalición liderada por Estados Unidos cesó recientemente su actividad de combate y está reduciendo gradualmente su presencia en Irak, avivando el temor a la reaparición de EI. El grupo había podido penetrar en la capital iraquí pocas veces desde que fuera expulsado por las fuerzas iraquíes y de la coalición en 2017.
El atentado fui el primero en Bagdad en casi tres años. En otras partes, como en el norte y en el desierto occidental, los ataques continúan y están enfocados casi exclusivamente en las fuerzas de seguridad iraquíes.