El Observatorio Venezolano de la Violencia (OVV) aseguró que durante el 2020 hubo movilización de la delincuencia común y el delito organizado en los sectores dedicados a la producción agropecuaria de los municipios Torres, Andrés Eloy Blanco, Urdaneta y Morán del estado Lara.
Según el Informe Regional de la Violencia difundido por esta ONG el año pasado se incrementó “la ruralización del delito”, es decir, el hurto y robo en las propiedades privadas y empresas agrícolas.
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En su documento el OVV afirmó que a partir de marzo, mes que inició la pandemia de la COVID-19 en el país, se observó la práctica del robo y hurto de comida, bombonas de gas, tanques de agua y enseres en la región.
“El robo y hurto famélico entendido como la sustracción de productos de primera necesidad empleando o no la fuerza física se generó sin que hubiera una política preventiva. La Iglesia católica denunció el hurto constante a sus instalaciones. También las escuelas y universidades públicas, ante el de abandono y ausencia del personal de seguridad, por la crisis presupuestaria padecieron el aumento de los hurtos”, explican en el documento.
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