El Capitolio de Estados Unidos se vio obligado a cerrar sus puertas este miércoles 6 de enero, con los legisladores en el interior, luego de que se produjeron choques violentos entre partidarios del presidente Donald Trump y la policía.
En tanto, el alcalde de la capital estadounidense ordenó un toque de queda nocturno después de que manifestantes a favor de Trump trataron de ingresar a la fuerza en el Capitolio.
Se emitió un anuncio en el interior del cuerpo legislativo, donde estaban reunidos los legisladores que esperaban votar para certificar la victoria de Joe Biden. Debido a la “amenaza exterior a la seguridad” nadie podía entrar ni salir del edificio, según la grabación.
Las dos cámaras se declararon en receso, obligando a suspender el debate del Colegio Electoral.
Las escaramuzas se produjeron en el lugar donde Biden prestará juramento dentro de dos semanas.
Los manifestantes derribaron las barricadas metálicas al pie de las escalinatas del Capitolio, y enfrentaron a policías con equipo antimotines. Algunos trataron de pasar, y se vio a agentes que lanzaban aerosol irritante para contener a la multitud. Algunos de los manifestantes vociferaban “traidores” a los agentes.
Se informó de un paquete sospechoso en la zona, dijo la policía del Capitolio.
Poco antes, Trump habló ante miles de sus seguidores. “No les permitiremos acallar las voces de ustedes”, dijo a los manifestantes, que se habían formado antes del amanecer para escuchar al presidente.
Trump prometió que “nunca aceptaremos la derrota” al hablar el miércoles ante un mitin de miles de simpatizantes poco antes de que el Congreso iniciara una sesión conjunta para confirmar la victoria electoral de Joe Biden.
Trump subió al escenario en la manifestación “Save America” (Salvemos a Estados Unidos), que atrajo a miles de partidarios que inundaron la capital de la nación mientras los aliados republicanos del presidente en la Cámara y el Senado planean oponerse a los resultados de noviembre.
Trump instó al vicepresidente Mike Pence, quien desempeñará un papel en gran parte ceremonial en el proceso, a impedir la certificación de la victoria de Biden.
“Nuestro país ya ha tenido suficiente”, dijo Trump. “No lo soportaremos más”, agregó. Pence, sin embargo, desafió a Trump al decir que no tiene autoridad para rechazar votos electorales que darán la presidencia a Biden.
Lou Murray, un vendedor de seguros de vida de Boston que llegó al mitin, dijo que él y muchos otros esperan que el Congreso se abstenga de certificar el resultado de las elecciones.
Los organizadores prevén marchar por la tarde hacia el Capitolio, donde el Congreso votará para confirmar los resultados del Colegio Electoral, que Trump continúa poniendo en duda.
Se esperaba que varios partidarios prominentes de Trump asistan a las protestas, que comenzaron el martes con un mitin en la Plaza de la Libertad, a unas cuantas manzanas de la Casa Blanca. En ese lugar, los manifestantes —muchos de ellos sin mascarillas— expresaron su rechazo al voto del Colegio Electoral. Al caer la noche, con la temperatura descendiendo y bajo una lluvia constante, cientos de personas continuaban en la plaza.
“Sólo vine a apoyar al presidente”, dijo David Wideman, un bombero de 45 años que viajó desde Memphis, Tennessee.
Widem reconoció que estaba “confundido” por la serie de derrotas que sufrió el equipo legal del mandatario en su intento por revertir los resultados de las elecciones y no sabía cuáles eran las opciones restantes de Trump.
“No estoy seguro de qué puede hacer a estas alturas, pero quiero escuchar lo que tenga que decir”, dijo Wideman.
Trump tuiteó su apoyo a los manifestantes: “Washington está siendo inundado por personas que no quieren ver que los demócratas radicales de izquierda se roben una victoria electoral. ¡Nuestro país ha tenido suficiente, ya no lo soportarán. ¡Los escuchamos (y los queremos) desde la Oficina Oval. Hagan a Estados Unidos grande una vez más!”.
Las protestas han obligado a las autoridades y agencias policiales locales a prepararse para posibles enfrentamientos violentos en las calles. Muchos de los negocios del centro de la capital tapiaron sus ventanas por miedo a que las manifestaciones se conviertan en disturbios similares a los ocurridos en mayo y junio, cuando decenas de establecimientos fueron vandalizados.