La economía venezolana está muy lejos de tener una estabilización y lo seguro es que la enésima reconversión monetaria llegará en este 2021, porque el país entrará en un periodo de “estabilización en el foso”, según el economista Asdrúbal Oliveros.
No obstante, el director de la firma Ecoanalítica señala que a pesar de ese pronóstico reservado de la situación del país no duda en que podrían abrirse algunas oportunidades en áreas específicas
Según los datos de la consultora se proyectó que la economía venezolana caiga en torno al 1% en 2021.
Lo inevitable será una nueva reconversión monetaria o una nueva moneda digital por parte del chavismo, pues el esquema de pagos está colapsado debido al incremento de los precios.
También será inevitable la dolarización financiera
El economista señaló que es probable que la banca venezolana ofrezca mayores instrumentos y servicios financieros basados en dólares.
En este sentido, estima que con esto se pueda “avanzar más profundamente en lo que se denomina la dolarización financiera, eso también pudiera abrir un conjunto de oportunidades, también un área que a muchos no les gusta y es que el Estado tenga la capacidad de cobrar impuestos”.
No todo es malo
A pesar de ese panorama oscuro que pinta la economía en Venezuela, Olivero estima que en algunos nichos habrá crecimiento, específicamente ligados al sector de los alimentos, medicinas, servicios de salud, telecomunicaciones, retail (o minorista), telecomunicaciones.
“La caída del próximo año será un tanto más moderada, estamos esperando una contracción a uno por ciento y esto abre algunos sectores signos de crecimiento. En el sector de los alimentos terminados, tecnología y comunicaciones”, señala Oliveros.
Especificó que se espera que la dolarización transaccional dé paso a una dolarización financiera, que la banca se incorpore productos denominados en dólares.
“De igual forma esperamos un aumento de 26% en el flujo de remesas, y eso es una buena noticia porque va impactar positivamente el consumo de las familias que dependen de las remesas”, señala la nota publicada por el diario La Nación.
¿Por qué otra reconversión?
El economista José Guerra coincide con Oliveros y también asegura que para el 2021 llegará la enésima reconversión monetaria.
Guerra, ratifica que el régimen de Maduro prepara la tercera reconversión monetaria, para eliminar entre cinco y seis ceros al cono monetario.
El diputado asegura que la cantidad de dígitos que ha generado la hiperinflación está dificultando las transacciones de la economía a lo que se agrega la imposibilidad de conseguir billetes para realizar pagos de menores proporciones.
“Vamos a decir lo mismo que dijimos en 2007 cuando Chávez anunció la primera reconversión monetaria en aquel año. Si la reconversión no va acompañada de medidas fiscales y monetarias para contener la inflación, en poco tiempo la inflación va a restaurar los ceros que le han quitado al bolívar”, señaló Guerra.
El parlamentario asegura que el régimen está desorientado en materia económica, pues no hay un jefe, “ni menos aún ideas para la hiperinflación y la medida de aumentar el encaje bancario al 100% lo que hizo fue contraer más la economía y acabar con el crédito”.
Asegura que Venezuela requiere principalmente un programa de reformas económicas de largo aliento que acabe con la hiperinflación y siente las bases para reanudar el crecimiento de la economía.
Reconversión sin control de la hiperinflación
Para el economista y diputado del Parlamento Ángel Alvarado, el bolívar perdió una de las funciones básicas de todas las divisas: ser unidad de cuenta y servir como referencia de valor.
“En bolívares ya no sabes qué es mucho o poco. Eso demuestra que el bolívar perdió una de las cualidades de las monedas, que es ser unidad de cuenta”, asevera.
“El tema de la reconversión en una hiperinflación no tiene sentido, porque como la hiperinflación sigue tú conviertes la moneda hoy y esa moneda pierde validez al año, como ocurrió con el bolívar soberano”, explica Alvarado.
Para el especialista la reconversión se hace necesaria pero no tendrá efecto alguno si no hay un control real de la hiperinflación.
“Seguramente va a hacer falta otra reconversión, pero, más que una reconversión, hay que acabar con la hiperinflación”, añadió.
Explicó que la gente en la calle habla de miles para referirse directamente a millones porque para el ciudadano común es complicado manejar cifras tan altas, debido al escaso poder adquisitivo que refleja el dólar.
“La gente común en la calle no te dice un millón, sino 1,000, llega un momento en el que no pueden manejar una cifra”, señala Alvarado.