Otro de los eventos multitudinarios que tendrá limitantes este 2020 será la tradicional vista de fuegos artificiales en Sidney, la ciudad más poblada de Australia, en un intento de las autoridades por contener la propagación de la COVID-19 en ese país.
Este año no habrá público en las orillas de la bahía de Sidney, según explicó este lunes la primera ministra del estado de Nueva Gales del Sur (cuya capital es Sídney), Gladys Berejiklian.
“Hemos renunciado a los proyectos de recibir público en las orillas (de la bahía de Sídney) para admirar los fuegos artificiales», expresó la funcionaria.
La autoridad recomendó encarecidamente al público admirar los fuegos artificiales en televisión, o desde un lugar exterior que no sea el paseo marítimo, «que no tiene que estar abarrotado».
Por años, cientos de miles de personas se han dado cita cada año el 31 de diciembre por la noche a orillas de la bahía de Sídney para admirar uno de los espectáculos de fuegos artificiales más famosos en el mundo.