Las autoridades del Norte de Santander, en el norte de la frontera colombiana con Venezuela, decretaron toque de queda y el cierre del paso fronterizo por el avance de la COVID-19. La medida entró en vigencia desde este viernes 25 de diciembre.
La medida contempla la prohibición del tránsito de migrantes a pie y en vehículos para mitigar la propagación del coronavirus. El toque de queda regirá desde el 25 hasta el 27 de diciembre, y desde el 1 hasta el 3 de enero de 2021. Aplica para los colombianos y para la población migrante y en todos los municipios limítrofes.
Hasta ahora, en el Norte de Santander, se han confirmado 37.915 contagios por el Covid-19, de allí la alerta roja epidemiológica. También hay una preocupante crisis en la red sanitaria que llegó el 100 % de ocupación en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI).
“Las disposiciones de no movilidad incluyen a la población migrante. Hemos tenido comunicaciones con las autoridades del estado de Táchira para informar que la llegada a la línea de frontera no está permitida, tampoco está permitida la movilidad de migrantes venezolanos a pie o en transportes irregulares”, dijo el secretario de Fronteras y Cooperación Internacional, Víctor Bautista.
En los últimos días, el flujo de migrantes diarios sobrepasa las 1.000 personas. Por el alto flujo de caminantes, las autoridades recordaron que la frontera entre Colombia y Venezuela, de 2.219 kilómetros, se mantiene cerrada hasta el próximo 16 de enero de 2021, como lo dispuso el Gobierno de Iván Duque.
“Estamos reforzando los controles con fuerza pública y enviándole un mensaje a los migrantes del otro lado de la frontera para que entiendan que la frontera nuestra está cerrada”, afirmó el gerente de Frontera de Colombia, Lucas Gómez.
No obstante, Gómez recordó que, por razones humanitarias, las autoridades del departamento mantienen la política de atender a los caminantes “venezolanos que están huyendo de un régimen que no les da ni siquiera alimentación”.
De acuerdo con Migración Colombia, en Cúcuta, capital del departamento de Norte de Santander, se han radicado más de 100.000 venezolanos, cifra superada únicamente por Bogotá donde hay concentrados 333.000 de los 1,71 millones de venezolanos que viven en el país.