Debido a la migración forzada, millones de familias venezolanas estuvieron destinadas a separarse en los últimos años. ¿El motivo? Jóvenes y adultos salieron hacia otros países con la ilusión de encontrar mejores oportunidades en el exterior.
Sin embargo, en muchos casos, esta decisión fue bastante difícil. No solo por dejar al país que los vio nacer, crecer y soñar, sino por el hecho de dejar atrás a familiares y amigos importantes, quienes forman parte de la historia de cada individuo venezolano.
Todos los días podrían ser difíciles para estas familias separadas. Pero, en diciembre, cuando la tradición venezolana es compartir con los seres queridos, tanto en Noche Buena como en el Fin de Año, la nostalgia y los sentimientos están «a flor de piel». Es en épocas decembrinas, donde estas familias se extrañan más y desearían estar reunidas tontas juntas, como en años anteriores.
Carlos Castillo, joven barquisimetano que migró a Argentina hace 3 años, contó a Elimpulso.com que estos días son muy difíciles para él, porque está sin su familia. «Yo me vine para acá solo, hice amistades muy valiosas, pero nada se compara con la familia, no te imaginas cuánto quisiera estar escuchando música con mi mamá y mis tías, mientras todos hacen las hallacas«.
Al escuchar su declaración a través de una nota de voz, se escuchaba cómo se emocionaba al recordar sus navidades en familia. «Al no estar juntos es que me doy cuenta de lo importante que era que podía compartir con todos. Ojalá los que aún tienen a todos sus familiares, los aprovechen y los valoren«, acotó.
Por último, Carlos comentó que está convencido de que aunque estén pasando «navidades separados, están unidos en el amor», ya que sigue conversando con su familia, viéndolas por videollamadas y sintiéndola cerca en cada comida, en cada música alusiva a estas fechas.