Por enésima vez durante este año, el gobernante venezolano Nicolás Maduro acusó al gobierno colombiano encabezado por el presidente Iván Duque, así como al de Estados Unidos liderado por Donald Trump, de querer atentar contra su vida, en este caso de cometer magnicidio.
El pasado 6 de diciembre, durante una alocución realizada en el marco de las elecciones parlamentarias organizadas por el CNE designado por el Tribunal Supremo de Justicia, el mandatario “solicitó” un cambio de centro electoral: del liceo Miguel Antonio Caro, ubicado en Catia, a un centro de votación dentro del Fuerte Tiuna; solicitud que las autoridades del Consejo Nacional Electoral (CNE) aprobaron casi que en tiempo récord, lo que causó una serie de cuestionamientos al órgano rector.
Sin embargo, días después, Nicolás Maduro convocó a una rueda de prensa con periodistas internacionales y nacionales para responder a dichas inquietudes sobre el proceso electoral del 6 de diciembre.
“Solicité el cambio de centro de votación porque por fuentes de inteligencia colombiana nos llegó la información de que estaba preparado un atentado para asesinarme el día de las elecciones parlamentarias (…) Desde la Casa de Nariño, Iván Duque participó en los planes para querer asesinarme el mismo día de las elecciones”, expresó Maduro en dicha rueda de prensa.
Las reacciones por parte del gobierno neogranadino no se hicieron esperar, calificando al gobernante venezolano de “mentiroso».
“¿1.000 mercenarios? ¡No! 1.000 mentiras de Nicolás Maduro para intentar legitimar con miedo la dictadura, luego del nuevo fraude presentado como elecciones en Venezuela. El compromiso del Gobierno de Colombia es con la democracia y la libertad del pueblo venezolano”, señaló el consejero presidencial para la Seguridad Nacional de Colombia, Rafael Guarín.
No es la primera vez que Maduro acusa a gobiernos del mundo de querer asesinarlo sin mostrar prueba alguna de dichos señalamientos. Lo que podría ser considerado como planes (potes de humo) orquestados desde Miraflores para distraer la atención de los venezolanos de la grave crisis que vive el país desde hace unos años, y no desde Bogotá o Washington, como asegura el mandatario.
“Operación Alcalá Cordones fue diseñada en Colombia”
Para marzo de 2020, un arsenal de armas valoradas en medio millón de dólares fue incautado en Colombia por autoridades de dicho país. Entre los involucrados se encontraba el general retirado venezolano Clíver Alcalá Cordones, quien aseguró, en dicho momento, que tales armas eran para realizar una operación militar con el fin de «deponer a Nicolás Maduro del poder».
Tras conocerse la noticia por intermedio de los medios de comunicación neogranadinos, el entonces ministro de Comunicación e Información del régimen venezolano, Jorge Rodríguez, indicó que el arsenal encontrado tenía 26 rifles, visores nocturnos y silenciadores.
«La intención principal era introducir (en Venezuela) grupos de asalto que serían responsables del asesinato selectivo del presidente de la República, el presidente de la Asamblea Nacional Constituyente (Diosdado Cabello), los vicepresidentes y ministros», dijo Rodríguez en la televisión estatal, al tiempo que señalaron al presidente de Colombia, Iván Duque, como artífice de dicha acción.
“Para eso fue que Iván Duque fue a Estados Unidos, para explicar sus planes de asesinatos (…) ¿De verdad Iván Duque estás dispuesto a seguir permitiendo que circulen armas para atentar contra Venezuela?”, dijo Rodríguez.
Sin embargo, este «plan terrorista» era muy similar al denunciado por el mismo Jorge Rodríguez el pasado 31 de agosto de 2019, donde también señala a Alcalá Cordones como el principal cabecilla, nombra la existencia de tres campamentos en las mismas localidades colombianas (Ríohacha, Maicao y Santa Marta) y la presunta complicidad del gobierno de Iván Duque en estos hechos.
Acusación que fue desmentida por el mismo Alcalá Cordones, durante una entrevista para la radioemisora W Radio, donde aseguró que Iván Duque no tenía conocimiento alguno de sus planes.
Operación Gedeón: Otro intento de magnicidio, según Maduro
La madrugada del pasado 3 de mayo, un grupo de exmilitares venezolanos incursionaron en las costas del país con el fin de derrocar el régimen de Nicolás Maduro, sin embargo, fueron neutralizados por parte de las fuerzas de seguridad del estado. Durante el enfrentamiento, al menos 8 personas murieron y 13 resultaron detenidas tras un intento frustrado de «invasión por vía marítima», ya que exmilitares no ingresaron al país en buques de guerra o destructores, sino en peñeros.
Inmediatamente el régimen venezolano emitió una serie de acusaciones en contra de los gobiernos de Estados Unidos y Colombia, a quienes señaló de autores intelectuales de dicho hecho. Las mismas comenzaron con el entonces ministro de Relaciones Interiores, Justicia y Paz, Néstor Luis Reverol, quien aseguró que exfuncionarios militares incursionaron al país “procedentes de Colombia”.
Posteriormente, el gobernante venezolano Nicolás Maduro afirmó que el plan principal de los llamados “mercenarios” era “asesinarlo”. “El objetivo de la supuesta invasión era realizar un magnicidio al presidente de Venezuela (…) intentar matarme», dijo.
No obstante, la oposición política a Nicolás Maduro puso en duda la versión del gobierno, considerándolo un «montaje» para tratar de «distraer» a la población de los recientes casos de violencia, como el ocurrido en la cárcel de Los Llanos, hecho que conmocionó al país días antes de la llamada “Operación Gedeón”, donde fallecieron 47 personas.
Por su parte, el gobierno de Colombia calificó de “infundadas” las acusaciones de Nicolás Maduro, asegurando que el régimen de Venezuela “trataba de comprometer” al país vecino en una “trama especulativa”, a lo que agregarían, en su momento, que los cabecillas de la operación los hermanos Juvenal y José Sequea Torres, recibieron dinero de parte de Nicolás Maduro para promover alzamientos en el país.
Días más tarde, el líder de la operación, el exmilitar estadounidense Jordan Goudreau, expresó que la misión principal era liberar a Venezuela y “capturar a Maduro”, a lo que agregó que la misión secundaria era establecer campamentos de insurgencia contra régimen venezolano.
“EEUU quiere matarme con apoyo de Colombia”
El pasado mes de agosto el mandatario reiteró la denuncia sobre los supuestos planes de magnicidio en su contra. “Desde Estado Unidos se está planificando desde hace tiempo un atentado con el fin de asesinarme”, expresó.
Asimismo, aseguró que los que gobiernan en ambos países «son extremistas» que ya han intentado materializar la idea del magnicidio, una decisión -según Maduro- tomada desde hace tiempo, “era el objetivo del intento de golpe de Estado del 30 de abril, venir por mí, secuestrarme”.
En este sentido, el gobernante recordó las palabras del enviado especial de EEUU para Venezuela, Elliott Abrams, cuando hizo público ante el Congreso de su país el propósito de “eliminar a Maduro”.
“La palabra eliminar en la boca de un halcón, con antecedentes criminales como Elliott Abrams, no puede ser tomada como un juego. Es un plan y tienen una oficina solo para Venezuela, el objetivo es acabar con el liderazgo que yo represento”, indicó.
Lea más en www.talcualdigital.com