Desde comienzos de septiembre se ha intensificado el regreso de los migrantes venezolanos hacia Colombia, Ecuador y Perú, según los informes recogidos por la organización no gubernamental FundaRedes.
Su presidente, el doctor Javier Tarazano, entrevistado por Elimpulso.com, dijo que ha aumentado en forma considerable el número de pasos ilegales (trochas) y la extorsión por parte de los cuerpos de seguridad venezolanos, en la frontera; y en territorio colombiano por los sujetos armados del Ejercito de Liberación Nacional y los desertores de la Fuerza Armada Revolucionaria de Colombia (FARC).
Al momento hay de 500 trochas: 250 en la frontera con Táchira, 180 en el Zulia y 90 en Apure, pero en casi todas existe la extorsión contra los venezolanos que están saliendo del país.
Guardias nacionales, efectivos del Ejército y funcionarios de la Policía Nacional exigen a los migrantes la constancia de haberse hecho la prueba Reacción en Cadena de la Polimersa (PCR) y si no la presentan, les quitan parte del dinero, generalmente dólares o euros, que llevan, dijo el doctor Tarazona.
Pero, si se salvan de los funcionarios nacionales, cuando llegan a territorio colombiano, son víctimas de los extorsionadores del ELN y FARC.
A diario son muchos más los venezolanos, que habían regresado y hoy nuevamente vuelven a emigrar, caminando kilométro tras kilómetros, porque no hay transporte que los lleve. Así se ven madres de familia con sus pequeños hijos en brazos y, en otros casos, con los que pueden caminar, haciendo esas largas y penosas travesías. Se van, generalmente, porque aquí no tienen trabajo y no pueden comprar alimentos.
Aunque los funcionarios venezolanos tratan de impedir la salida, no pueden porque cada vez son muchos más los que quieren retornar a los países donde ya estuvieron y habían retornado pensando que podrían rehacer sus vidas en sus terruños, pero la situación los ha obligado a irse nuevamente.