#OPINIÓN Espíritu de Navidad (Parte I) #15Dic

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El concepto de espíritu que tradicionalmente encontramos en los diccionarios dice “Entidad abstracta, tradicionalmente considerada la parte inmaterial que, junto con el cuerpo o parte material, constituye el ser humano; se le atribuye la capacidad de sentir y pensar”. Pero, a nuestra manera de ver el concepto verdadero, claro y preciso no lo encontramos en diccionarios, bibliotecas o en la mente de filósofos o profesionales de la auto estima. ¡No!. La definición exacta del término espíritu la encontramos en la mente de DIOS, expuesto en las SAGRADAS ESCRITURAS. Allí encontramos infinidad de veces la palabra espíritu o Espíritu. Ojo, cuando lo encontramos en mayúscula, se refiere a la tercera persona de la deidad, al ESPÍRITU SANTO y cuando lo encontramos con minúscula, se refiere a una perspectiva emocional e intelectiva en el ser humano. Asociado a la capacidad de sentir, pensar y por ende actuar. De hecho, me gustó una definición bastante acertada por la WEB que dice “Viene del latín spirĭtus, don que Dios concede a la criatura o la virtud que alienta el cuerpo para actuar”

Entonces, espíritu (en minúscula) y consecuentemente su concepto o definición se entiende perfectamente. Los seres humanos de acuerdo a nuestra educación, a los valores morales o espirituales heredados o aprendidos, vamos a portar un espíritu crítico, espíritu vengativo, un espíritu noble, apacible o refinado. Wikipedia aporta otra definición bastante acertada. Que también apunta a lo que deseamos exponer. “El espíritu humano incluye nuestro intelecto, emociones, miedos, pasiones, y creatividad. El espíritu humano es la ‘persona real, el verdadero núcleo del ser humano, el lugar esencial de la existencia. Cuando una persona acepta a Jesucristo como su salvador, es su espíritu el que es transformado mientras comienzan a ser ‘nuevas criatura’ para Jesucristo” ¿Cómo les parece?

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En el Nuevo Testamento el uso por Dios de la palabra espíritu viene del griego pnéuma. Y en pasajes como Rom. 8:15 es verdaderamente contundente, “Pues no habéis recibido un espíritu de esclavitud para volver otra vez al temor, sino que habéis recibido un espíritu de adopción como hijos, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!”. En 1Cor. 4:21 dice. ”¿Qué queréis? ¿Iré a vosotros con vara, o con amor y espíritu de mansedumbre?” Y en 1Juan 4:6. “Nosotros somos de Dios; el que conoce a Dios, nos oye; el que no es de Dios, no nos oye. En esto conocemos el espíritu de la verdad y el espíritu del error.”

Es evidente que en estos versículos como en muchos otro, Dios está refiriéndose a la «actitud», «disposición de ánimo» o «estado de sentimientos». Usándolos para varios aspectos de la personalidad. Hay que aclarar también que en el Antiguo Testamento cuando Dios habla de la muerte, en este caso con el diluvio, lo expresa claramente de la siguiente manera ““Todo lo que tenía aliento de espíritu de vida en sus narices, todo lo que había en la tierra, murió” Gen.7:22. Entonces no esperemos llegue el mes de diciembre para recibir un “espíritu” de Navidad etéreo, invisible, tipo fantasma que llene nuestras vidas. Es una relación estrecha, íntima, constante con nuestro Señor Jesucristo y de obediencia a su Evangelio lo que construirá en el ser humano un espíritu Navidad a imagen de nuestro Señor y Salvador.

¡Hasta la semana que viene por la WEB Dios mediante!

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William Amaro Gutiérrez

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