Los venezolanos más optimistas siguen esperando por un 2021 mejor que el año que está por concluir. Todos coincidimos en desearnos mutuamente un país diferente al que hemos vivido en los últimos 20 años, si no tenemos la voluntad de cambiar nuestra manera de ser será muy difícil alcanzar la prosperidad tan deseada. Hasta la fecha los problemas siguen multiplicándose, cada día que pasa nos hacemos más pobres y dependientes de factores que no tienen nada que ver con una realidad absoluta en la cual nos movemos sin rumbo fijo. Las pandemias no parecen dispuestas a abandonarnos en este valle de lagrimas, especialmente las que tienen mucho que ver con la conducción del país, es decir, de una política sin resultados positivos a pesar del tiempo transcurrido desde la llegada de los actuales protagonistas de una película que hoy nadie desea ver de nuevo.
II
Nuestras ciudades son una muestra de lo que somos como país, una pésima caricatura elaborada por malos dibujantes, sus calles y avenidas intransitables, parques abandonados por falta de una mano amiga que los proteja, barrios donde la miseria impera y el peligro es compañera fiel de sus asustados habitantes que han perdido la fe y la esperanza de un mañana mejor, con un transporte público inservible que viola todas las normas de seguridad de sus pasajeros ante la indiferencia de las autoridades a las que poco importan que sean transportadores pagados del letal virus. Ciudades huérfanas de fábricas e industrias desaparecidas en el maremágnum destructor. por otra parte el sufrimiento del ciudadano por falta de combustible es otro de los problemas que se le suman a este rosario de padecimientos que parecen no tener un final.
III
No deseo cansarlos con estos lamentos ni siquiera comentar sobre las elecciones del pasado domingo, cuyos resultados ya sabíamos de antemano. La abstención ha sido impresionante, mostrando el venezolano un hastío que cada vez se torna más insoportable. Tenían razón los que cuestionaron esas elecciones y no se cumplan los deseos de un. alto funcionario del gobierno para que no se muera nadie por falta de alimentación.
Luis Rodríguez Moreno