Cuando llega el mes de Diciembre es inevitable hacer consideraciones especiales en el marco de nuestras opiniones, por cuanto este es un mes muy especial. Millones de seres humanos entran en una dimensión espiritual en la que tal vez nunca, durante todo el año que está terminando han entrado, por las distintas razones de cada quien, pero sucede y eso es bueno. Se llenan de Navidad y Navidad es sinónimo de DIOS. De nuestro Señor Jesucristo. Aparecen los buenos propósitos, las buenas intenciones. El deseo de perdonar y de pedir perdón. La dadivosidad y la inclinación a ayudar a otros, el espíritu altruista llega al hombre y eso también es bueno. Es la obra manifiesta del ESPÍRITU SANTO que anda siempre en la búsqueda del humano
Sin embargo, el enfoque general que se le da a estas fiestas, hasta las iglesias cristianas lo han distorsionado, de tal manera, que el fortalecimiento espiritual no llega como debe ser a los corazones angustiados y apesadumbrados que cada día aumenta en este mundo. Es triste saber que el niño Dios que nació y dio lugar a la Navidad. Que creció y fue crucificado para perdón de nuestros pecados, no es el objeto del conocimiento y de la verdadera adoración de la humanidad y la celebración solo se queda en las formas, que pronto desaparecerán de la mente y del corazón del hombre cuando pase la época en cuestión, sumiéndolo de nuevo en un ambiente de incertidumbre.
Hombres que no tienen nada que ver con el cristianismo ni con iglesias cristianas. Que no representan vestiduras eclesiásticas pero que son seres pensantes como el Premio Nobel Gabriel García Márquez opinan al respecto. “Ya nadie se acuerda de Dios en Navidad. Hay tanto estruendo de cornetas y fuegos de artificio, tantas guirnaldas de focos de colores, tantos pavos inocentes degollados y tantas angustias de dinero para quedar bien por encima de nuestros recursos reales que uno se pregunta si a alguien le queda un instante para darse cuenta de que nació el niño Jesús… más de 1000 millones de cristianos creen que ese niño era Dios encarnado, pero muchos lo celebran como si en realidad no lo creyeran” ¿Cómo les parece?
Sin embargo, el niño Jesús creció y murió en la cruz del calvario para perdón de nuestros pecados. Y resucitó. Y sigue allí en el lugar santísimo abogando por sus hijos en este mundo cruel, violento y peligroso. Para que mantengamos la esperanza de su pronto regreso como lo prometió y llevarnos con él. El escritor Alfredo Campechano lo resume de la siguiente manera. 1º.-En Jesucristo hombre, Dios provee un Salvador para el pecador sujeto a la desesperanza y condenado a muerte. 2º.- El niño que ha nacido en un establo de Belén es el Cristo y Señor anunciado por los profetas. 3º.- Dios manifiesta su buena voluntad con el hombre, a fin de cerrar la brecha que el pecado abrió, reparar las relaciones con sus hijos descarriados y darles vida y felicidad eterna.
Amigo, “…cuando sientes que sería mejor que la tierra se abriera bajo tus pies y te ocultase…cuando lloras en silencio…cuando el dolor oprime tu pecho…cuando ríes y cuando sufres…cuando amas y desprecias. Cuando te comportas nada más como humano, Dios está a tu lado con una sonrisa amplia en tu alegría o con los ojos llorosos en tu tristeza” eso es Navidad.
¡Hasta la semana que viene por la WEB!
William Amaro Gutiérrez
