“Ya no podemos salir al frente de nuestras casas porque el olor no se aguanta”, contó con desespero Anny Campos, una joven madre muy afectada por los putrefactos olores que se desprenden de la quebrada frente a su casa, la cual está atestada de aguas residuales desde hace una cantidad de meses que no logró precisar.
Campos y otras 14 familias más, que son sus vecinos en el sector 3 de La Ruezga Norte, se han enfermado con dengue, hepatitis, escabiosis y una serie de padecimientos respiratorios producto de la contaminación que los rodea y pese a que aseguran haber reportado la situación a Hidrolara, la Gobernación de Lara y la Alcaldía de Iribarren, no ha sido posible lograr solución a este problema.
“Después de las lluvias vino la gente de la Alcaldía, de Emica y nos dijeron que este trabajo para limpiar la quebrada que además está sucia, ameritaba usar máquinas, pero ellos traían palas. Hasta la fecha no han regresado con las máquinas y tenemos miedo de que continúe lloviendo y el agua negra nos inunde las casas”, expresó la afectada.
Blanca Gómez, vecina de este mismo sector, indicó que el afluente de agua negra proviene de una tubería del sector El Jebe, contiguo a La Ruezga, la cual se direccionó hacia la quebrada que está situada frente a sus casas y que también colinda con una institución educativa.
“Necesitamos que actúen con la limpieza de la quebrada y que eliminen ese brote de agua negra que nos contamina”, exclamó Gómez.
Elimpulso.com consultó a la presidenta de Emica, Angelica Yépez, sobre este caso, y la funcionaria explicó que se encontraban atendiendo como prioridad a las comunidades que habían quedado incomunicadas tras las lluvias del pasado 12 de noviembre y que posterior a ello se dedicarían a las comunidades que resultaron menos afectadas. Además, sostuvo que la articulación para solventar el problema con las aguas negras corresponde directamente a Hidrolara.