La deportación de 16 niños venezolanos desde Trinidad y Tobago ha generado diversas reacciones este lunes 23 de noviembre en el escenario político de Venezuela. El Comisionado Presidencial para las Relaciones Exteriores, designado por la presidencia interina, Julio Borges, instó al Alto Comisionado para las Naciones Unidas de los Refugiados (Acnur) y a la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) a interceder ante esta situación.
A través de su cuenta de Twitter, Borges condenó este acto que, asegura, no solo viola la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados, sino todos los mecanismos internacionales que protegen la niñez.
«Es un hecho cruel, que no refleja un espíritu de hermandad que tuvimos los venezolanos con todos los que llegaron a nuestra tierra en el siglo pasado», sentenció Borges.
Sobre el mismo tema el Comisionado de la Secretaría de la Organización de Estados Americanos (OEA) para la crisis de migrantes, David Smolansky, añadió que no solo fueron 16 niños los deportados, sino también 13 adultos.
«En los dos peñeros montaron a 29 refugiados venezolanos. Entre los mayores de edad, hay varias mujeres. La sentencia de la Corte Suprema de Trinidad pide la devolución de todas las personas», dijo Smolansky vía Twitter.
El funcionario viene denunciando esta situación desde el domingo 22 de noviembre, y advirtió que desde ayer (domingo) se desconoce el paradero de estos 16 niños, quienes no tienen mucho alimento ni combustible en los peñeros y además, indica Smolansky, fueron enviados por una ruta que es utilizada por grupos irregulares que se dedican a la trata y tráfico de personas.
Cuestionó además que las autoridades trinitarias no hayan actuado pese a la sentencia emitida por un juez de la Corte Suprema de Trinidad y Tobago que ordena el retorno de los niños a la isla.