El paso de la lluvia hizo que perdieran pertenencias, incluso, algunos vieron caer sus casas, pero todos ganaron miedo e inseguridad ante un próximo escenario que les haga ver de nuevo cómo fluye gran cantidad de agua no solo en la calle frente a su vivienda, sino hacia dentro de ésta.
Los barquisimetanos han vivido horas de angustia desde el pasado 12 de noviembre cuando un torrencial aguacero inundó diversas calles de la ciudad y comunidades enteras, sobre todo las situadas en la periferia de la urbe. Es el caso del sector Uribana Sur, al noreste, donde las vías quedaron intransitables, un túnel que comunica hacia la comunidad contigua quedó tapiado y una madre vio derrumbarse la vivienda de su hija.
Elimpulso.com visitó esta comunidad, donde la ayuda vecinal, traducida en palas y herramientas para hacer surcos y boquetes que drenen el agua, además de cepillos de barrer atestados de barro y el abrazo consolador, son los únicos que se han hecho presentes hasta este momento para sobrellevar la situación.
Otra de las zonas fuertemente afectadas fue La Ruezga Norte, donde la crecida de la quebrada La Ruezga generó considerables daños a viviendas improvisadas. La latente posibilidad de otro aumento en su caudal, mantiene en zozobra a unos 10 sectores cercanos.
Al menos estos dos sectores continúan a la espera de acciones por parte de organismos oficiales para apaciguar el miedo que les produce tan solo el sonido de los truenos que anuncien una próxima precipitación en la entidad.