Los problemas de funcionamiento de las refinerías, que impiden procesar el crudo con el fin de fabricar gasolina, así como la imposibilidad de importarla, empeora la escasez del combustible y, por ese motivo, cada día son de mayor longitud las colas de vehículos en inmediaciones de las estaciones de servicio.
Azalea Colmenárez, dirigente de los trabajadores de estas empresas, dijo a Elimpulso.com, que la situación desde hace ya varias semanas se siente en la capital de la República, a donde están siendo enviado lo que se puede refinar en Cardón, península de Paraguaná, del estado Falcón, cuya cantidad, según cifras extraoficiales, no sobrepasa los 20 mil barriles.
Estamos llegando a los mismos extremos de febrero y marzo cuando el régimen tuvo que pedirle a Irán el envío de aquellos barcos que llegaron en la última semana de mayo. Y los que supuestamente fueron enviados en agosto fueron interceptados por el gobierno de los Estados Unidos, dijo.
De modo, pues, que son muy pocas de las 176 estaciones de servicio de Lara que están recibiendo gasolina, ya que el suministro de gandolas a las bombas no pasa de nueve mil litros, cantidad que no satisface la demanda de los dueños de los vehículos.
Pero, ese problema no tiene importancia para las autoridades, comentó la dirigente. Porque si antes, la señora Carmen Meléndez nunca recorrió los sitios donde llegaban los cisternas, tampoco lo hizo el alcalde, ni mucho menos lo hará el nuevo mandatario regional, sentenció.