“La prudencia en el que la tiene, muchos daños y males previene”.
ANÓNIMO.
La vida y la salud van acompañadas eternamente, por tanto, la salud y la vida son derechos humanos consagrados en la Constitución Nacional de la República, cito:
“Artículo 83.- La salud es un derecho social fundamental, obligación del Estado, que lo garantizará como parte del derecho a la vida. El Estado promoverá y desarrollará políticas orientadas a elevar la calidad de vida, al bienestar colectivo y al acceso a los servicios. Todas las personas tienen derecho a la protección de la salud, así como el deber de participar activamente a su promoción y defensa, y el de cumplir con las medidas sanitarias y de saneamiento que establezca la ley de conformidad con los tratados y convenios internacionales suscritos y ratificados por la República”.
Tomando como base al artículo 83 de nuestra Carta Magna, retomo una alerta que hice sobre la comercialización en el país de un café elaborado bajo el sistema de “CAFÉ TORRADO”.
Aunque “TORRADO” signifique “TOSTADO”, el término se aplica al café procesado industrialmente, utilizando un proceso diferente al tradicional (por decirlo de alguna manera), ya que, en el proceso de elaboración del “CAFÉ TORRADO”, según información bajada de la enciclopedia virtual, el Internet, presuntamente, se utilizan granos de café de la peor calidad y algunos hasta contaminados con hongos, siendo el motivo de mayor preocupación, el que se utiliza azúcar, que se le adiciona hasta en un 15% y, además que se alerta a las personas diabéticas o insulinodependientes (Dependientes de la insulina para su subsistencia), se alerta internacionalmente por el peligro de que, el azúcar sometido a altas temperaturas, como las empleadas en el proceso de “TORRADO”, se vuelve cancerígena.
Quiero ser enfático en aclarar que no se trata de las marcas que distribuyen este tipo de café en Venezuela…
“Se trata de alertar sobre el presunto proceso con el cual se elabora este tipo de café.”
Como decía Artigas:
“En libertad, con la verdad… ni temo ni ofendo.”
Toda la información que he podido obtener sobre este tipo de café, es negativa al extremo de que en la mayoría de los países está prohibido por atentar contra la salud de los ciudadanos y esto es lo que me insta a alertar sobre ello, además de que con su mala calidad, viene a competir en precio con el café venezolano que está en proceso de extinción y luce extraño que la competencia en precio lo hace con el café ya torrefactado, cuando la industria del café, se cuantifica que en un 85% está en poder del Estado y aparentemente el “CAFÉ TORRADO” no cumple con los controles sanitarios que otrora imponía aquel Ministerio de Sanidad y Asistencia Social, su envase no tiene la otrora tradicional inscripción que decía:
“Permiso sanitario Número…”
Con el perdón de quien se pueda sentir aludido le digo: tengo el criterio de que…
“La ignorancia y la estupidez no requieren esfuerzo y son gratuitas.”
He leído comentarios de que esta alerta es porque los caficultores nos vemos afectados en nuestras avaras riquezas, a estos seres humanos que son víctimas de la manipulación proveniente de ideologizaciones desfasadas y fracasadas he de aclararles que:
“Los caficultores son el segmento más empobrecido de toda la cadena productiva del país, familias enteras que según palabras del difunto presidente Chávez, viven en la prehistoria, pero, su único medio de subsistencia sin causar daños ecológicos irreversibles, es el café.”
Maximiliano Pérez Apóstol