PDVSA y el régimen de Nicolás Maduro intentan una y otra vez poner en marcha las instalaciones refinadoras y en cada intento solo son días lo que estas plantas permanecen activas. Según fuentes a lo interno de la estatal petrolera la refinería El Palito detuvo nuevamente su producción de gasolina.
Estas instalaciones reanudó hace unos días la producción de gasolina (146.000 barriles por días), sin embargo, el mal estado de esta planta no ha permitido su funcionamiento pleno, pues la estabilización de la misma pasa por mantenimiento e inversiones multimillonarias que dependen de empresa privada que no se arriesga a participar porque según fuentes no hay dinero para pagar.
La paralización de esta importante instalación en el estado Carabobo se produce cuando las largas filas de carros en la mayoría de estaciones de servicio del país siguen creciendo por la escasez de combustible que azota la nación sudamericana desde hace al menos 8 meses.
La situación motivó a los venezolanos a organizar protestas en contra de la escasez de gasolina para la semana que viene a propósito de la semana de flexibilización que inicia el próximo lunes 16 de noviembre.
El colapso de la red de refinación de PDVSA con capacidad para 1.3 millones de barriles por día es casi total, luego de años de desinversión y las sanciones norteamericanas contra funcionarios del régimen chavista, se ha puesto cuesta arriba la importación de combustible.
El propio Nicolás Maduro señaló a finales de octubre que en la nación que en otrora era una de las principales exportadoras de la OPEP, solo quedaba combustible para 20 días.
“Venezuela en este momento tiene reservas de gasolina para 20 días. Hemos logrado acumular y vamos a llegar a 30 días. Estas reservas de gasolina se han logrado producto de que estamos produciendo un 30% más de lo que es el consumo del país y que han llegado importaciones de gasolina de diversas regiones”, expresó Maduro durante una rueda de prensa internacional el 28 de octubre.
La única planta que actualmente produce gasolina es la refinería Cardón, de 310.000 bpd, ubicada en el noroeste de Venezuela.
Los esfuerzos de Pdvsa desde mayo para reiniciar la producción de gasolina en su refinería El Palito de 140.000 bpd en el estado de Carabobo han fallado repetidamente, provocando incendios y derrames de petróleo.
Especialistas y trabajadores con años de experiencia como Iván Freites, secretario general del sindicato de Trabajadores Petroleros y Gasíferos del estado Falcón, asegura que lo que le queda al régimen es detener definitivamente las refinerías del país para poder hacer el mantenimiento que corresponde para que estas instalaciones puedan funcionar medianamente bien y puedan producir el combustible que tanto necesitan los venezolanos para echar a andar la economía en crisis.