En esta semana de flexibilización se ha visto un aumento en el flujo de caminantes, en comparación con la anterior, que era radical y reflejó una disminución en el arribo de estos grupos que buscan migrar a Colombia por los caminos verdes, mejor conocidos como trochas.
A los caminantes los siguen identificando algunos puntos: llevan pocas maletas consigo y, en su mayoría, tienen el bolso del tricolor nacional. «Me toca migrar por la extrema pobreza que se vive en el país», aseveró Pedro Jiménez, joven de 23 años.
Jiménez llegó a la frontera en compañía de otros jóvenes. Duraron cinco días de trayecto. «Nos dieron algunos aventones y caminamos bastante», dijo mientras recalcaba que el escenario económico lo empuja a salir de Venezuela.
«Nos dijeron que el río había crecido bastante por las lluvias. Hoy nos vamos a quedar en casa de unos conocidos», dijo quien migra por segunda vez a Bogotá, ciudad capital de Colombia. «Allá voy a trabajar en latonería y pintura», resaltó Jiménez, oriundo del estado Lara.
Con el corazón en la mano, dijo, deja a su madre e hijo. «Da mucha tristeza tener que abandonar nuevamente la patria, pero no nos queda otra alternativa, acá la situación está muy compleja», agregó.
«La necesidad de mi familia me hace migrar»
Carlos Da Silva, de 27 años, también migra por segunda vez. Su travesía la hizo desde Yaracuy. «En Bogotá viví por dos años. Allá estaba como encargado de una pizzería», aseveró quien retomará esa misma labor tras conversaciones que tuvo vía telefónica con la dueña.
Cuando Da Silva dejó Bogotá, lo hizo por la pandemia. «Todo se paralizó y no había entradas», cuenta quien pasó 15 días en un Punto de Asistencia Social Integral (PASI) en San Antonio del Táchira. Luego fue trasladado a San Felipe, donde cumplió aislamiento social por 15 días más.
«Después me mandaron a mi casa, a aislarme por otros siete días», subrayó para luego dejar claro que no le teme al panorama que conseguirá en Colombia. «Migro nuevamente por la necesidad de mi familia. Tengo que ayudarlos», aseguró a modo de colofón.
Las muestras de solidaridad hacia los caminantes se siguen manifestando en la frontera por parte de diversos grupos de la sociedad civil.
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