Pocos meses se puede decir del tiempo en el cual han estado operativas las refinerías de Amuay y Cardón, las cuales integran el Centro Refinador Paraguaná (CRP) en el estado Falcón, desde que se reactivaron en mayo pasado. Desde esa fecha, y más en los últimos meses, las diferentes unidades que conforman la infraestructura han estado sujetas a una serie de paradas y reactivaciones que han ocasionado serios incidentes.
Desde que Petróleos de Venezuela (Pdvsa) inició en 2020 las labores para reactivar las refinerías, obligado por la creciente escasez de gasolina en el país y las dificultades para importar el combustible debido a las sanciones de Estados Unidos, han podido realizar operaciones en apenas tres de los últimos 10 meses, según señalaron trabajadores a TalCual. La falta de inversión para el mantenimiento de la infraestructura petrolera desde hace varios años ha sido la principal causa de la debacle en el complejo refinador venezolano con una capacidad de producción de 1,3 millones de barriles diarios (b/d) y que por ahora solo cubre menos del 20% de la demanda interna.
El representante sindical Iván Freites indicó que de acuerdo a los datos recabados por los propios trabajadores sobre la operatividad de las refinerías, en lo que va de año solamente Cardón ha podido poner en operatividad varias de sus plantas, más no así Amuay y El Palito, ésta última ubicada en el estado Carabobo.
«En los 300 días del año 2020, las plantas catalítica y de reformador en Cardón que son los únicos que han producido gasolina, han estado operativas apenas 90 días. Pero además eso no indica que durante ese tiempo hayan generado lo que necesita el país. En ese período han producido 20.000 barriles por día, mientras el consumo nacional es de 100.000 barriles diarios», dijo.
Otros trabajadores consultados coinciden en que la refinería Cardón ha estado produciendo apenas 20% de la demanda interna de gasolina y que debido a los problemas que han tenido durante este año, también ha disminuido la producción de otros combustibles como el diésel y el gasoil.
«Las refinerías han estado más paradas que activas. Podemos decir que han estado operando unas 17 semanas (tres meses y medio). En todo ese tiempo se ha procesado 1,8 millones de barriles de gasolina en lo que va de año, aproximadamente», resaltó un trabajador de la industria que prefirió mantener su anonimato por temor a represalias.
En la refinería Amuay, por su parte, el tiempo en el cual ha estado operando es menor, y solo ha estado generando nafta para ser enviada a Cardón para el mejoramiento de la gasolina y elevarla a la mejor calidad posible, resaltó Julio César Sifontes, trabajador de Pdvsa.
«Amuay tiene prácticamente operativa solo una planta y ha estado en funcionamiento como uno dos meses en todo el año, pero ojo, no han sido días de trabajo continuo», dijo el trabajador consultado.
Iván Freites recalcó que en las actuales condiciones de las plantas, resulta muy difícil estabilizar la producción de combustibles para cubrir el mercado interno, sobre todo por la mala situación de los servicios industriales como agua, vapor, aire y electricidad. Explicó que los continuos arranques y paradas a las que están siendo sometidas las refinerías causan severos incidentes.
Justamente el martes 27 de octubre ocurrió un suceso importante dentro de Amuay, que alarmó a las comunidades cercanas a la refinería. La información preliminar señala que hubo una explosión que generó daños en una parte de la estructura y por la cual hubo una fuga de gas. No obstante, de acuerdo a Freites, se trató de una implosión en una de las destiladoras, mientras que la administración de Maduro habla de un ataque con un misil.
En horas de la tarde del lunes (26 de octubre), se presentó algo muy grave en Amuay. La planta se paralizó completamente el pasado viernes por problemas de servicios industriales como agua, vapor y aire, los cuales están fallando en todas las refinerías.
Al paralizarse Amuay tenía 160 mil barriles de crudo y dos destiladoras también las pararon. La destiladora número 4 que hasta el viernes estaba trabajando con 90 mil barriles, tuvo una especie de explosión que se sintió a kilómetros de distancia. Según la información que tenemos, la planta destiladora atmosférica que está por encima de la presión atmosférica y unida a ella está la planta destiladora al vacío, y esta planta colapsó y lo que se generó fue una implosión», indicó Freites.
La versión oficial en voz de Nicolás Maduro es que la refinería de Amuay fue atacada con una «poderosa arma. Derribaron una torre con un nivel de espesor en sus aceros superior a un tanque. Quisieron provocar una explosión», dijo en una conferencia de prensa online desde el Palacio de Miraflores.
«Las refinerías las estamos levantando y las vamos a poner full producción. Ahora, tenemos que volver a la distribución eficiente del combustible. Es mi esperanza que lo resolvamos más temprano que tarde (…) Venezuela en este momento tiene reservas de gasolina para 20 días. Se ha logrado producto de que estamos produciendo un 30% más del consumo del país y también ha llegado gasolina de diversas regiones».
Leer también: www.talcualdigital.com