El Observatorio Venezolano de Libertad Sindical (Ovlis) presentó su segundo boletín Impacto de la política gubernamental de desprofesionalización de los trabajadores del sector salud en Venezuela. En este reseñan el proceso de pérdida de meritocracia del personal de salud por la valorización de intereses políticos.
El presidente del Colegio de Enfermería de Carabobo, Julio García expresó que en 1979 el escalafón de enfermería era de 25 niveles profesionales y para 1994 se pasó a 15 niveles. Esto permitía generar oportunidades y aumentar las competencias del personal de enfermería. “Eran oportunidades para ascender de un nivel a otro”, expresó.
Señaló que para el año 2000 modificaron los reglamentos internos de concurso que permiten generar ascender y generar competencia entre el personal de enfermería. Para 2008 ocurrió lo que describe como “achatamiento” al reducir de 15 niveles a solo cuatro. Para García con esto se eliminó la posibilidad de ascender y de hacer carrera a los profesionales de la enfermería.
“En los últimos 15 años no hay ascensos”, agregó. De acuerdo con García a personas que tienen competencias para altos cargos no se les ha valorado para ejercerlos, sino que se ha priorizado a quienes muestran afinidad política pro gobierno. “No existe un sistema de meritocracia”, dijo.
De acuerdo con García, los pocos incentivos de crecimiento profesional y los nulos beneficios económicos, han generado la pérdida de casi un 50% del gremio. Para 2011 registraban unas 100 mil enfermeras y para este año disminuyó a 55 mil.
“Se ha perdido la fuerza de trabajo (…) ya no hay ni siquiera personas para ubicarlos en los cargos jerárquicos”, comentó. Para el presidente del Colegio de Enfermería de Carabobo, en toda Venezuela se ha destruido el sistema de carrera y ascenso.
El boletín expresa que “hasta 2006, se había logrado que los nombramientos se efectuasen con cierto respeto a los méritos y a los ascensos previos en los tramos de los tabuladores. En la actualidad, la mayoría de los cargos de dirección se ocupan solo por afinidad política con el gobierno”.
“Es una política de Estado no respetar carrera, no respetar conocimiento, no respetar la formación”, dijo García. Consideró que para cambiar esto, se debe respetar el sistema de carrera, que el ingreso sea por concurso, establecer escalafones suficientes para avanzar paso a paso y que, desde los tribunales, se garantice el respeto a los procesos de acceso a los niveles de trabajo.
Diálogo social
Jacqueline Richter, abogada laboral y presidente del (Ovlis) expresó que para los años 70, 80 y 90 se logró poner límites al Estado para imponer condiciones de trabajo y utilizar el sector salud para dar cargos por afinidades políticas. “Todo eso fue desapareciendo con el chavismo”, dijo.
El boletín detalla que entre las cosas que perdieron los trabajadores con la constitución de 1999 fue la modificación de la Ley de Carrera a un estatuto que “abrió la posibilidad de contratar al margen de la carrera administrativa y se otorgó al empleador la determinación unilateral de las escalas salariales”.
Además del incumplimiento de criterios para asignar cargos, ingresos irregulares y diáspora, la abogada agregó que la desprofesionalización también se ha visto afectada por la formación paralela en las universidades “Hugo Chávez Frías” la cual es deficiente.
Para Richter la recuperación del respeto al conocimiento y la profesionalización del sector salud pasa por un dialogo social, que permita establecer requisitos para cargos ascensos y cargos. “El Estado debe volver a sentarse con las organizaciones legítimas y autónomas”, finalizó.
Reclaman por ayudas
La organización Amnistía Internacional lanzó este miércoles la campaña “Enfermeras para cuidarte”, con la finalidad de concientizar y movilizar a la sociedad civil para lograr mejorar en cuanto a la protección de la vida del gremio de enfermeras.
Reseñaron las pocas garantías de protección y los bajos sueldos que no permiten a las enfermeras mantener una vida digna. Marcos Gómez, director de Amnistía Internacional expresó: “Es importante que las autoridades venezolanas comiencen a tomar en serio las vidas de estas trabajadoras de la salud, garantizándoles un salario digno, condiciones laborales que observen las leyes, prevención y atención de calidad en caso de contagio”.
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