La caja generada por exportaciones petroleras fue equivalente a 0 dólares en septiembre, ya que el ingreso bruto por hidrocarburos se estima en 400 millones de dólares, imputables en su totalidad a acuerdos de endeudamiento con Cuba, Rusia, China y Petrocaribe, de acuerdo con la firma consultora Aristimuño Herrera & Asociados
La situación financiera del régimen venezolano llegó a niveles extremos, a tal punto que la caja generada por exportaciones petroleras fue equivalente a 0 dólares en septiembre, ya que el ingreso bruto por hidrocarburos se estima en 400 millones de dólares, los cuales son formalmente imputables en su totalidad a acuerdos de endeudamiento con Cuba, Rusia, China y Petrocaribe.
Así se desprende de cálculos realizados por la firma consultora Aristimuño Herrera & Asociados con base en el análisis de la situación del mercado petrolero internacional para Venezuela y los datos disponibles de balanza comercial con los socios del país, reseñó Banca y Negocios.
La actividad petrolera se ha derrumbado en Venezuela debido a la crisis propia del sector por falta de mantenimiento de la infraestructura y la desinversión en capacidad productiva, que se agrava por las sanciones financieras y comerciales impuestas por el gobierno de Estados Unidos, a partir de 2017.
Si la administración Maduro pudo disponer de algún recurso atribuible a la renta petrolera, se debe al relajamiento de las condiciones de pago que ha pactado con Rusia, ya que, por ejemplo, el suministro de petróleo y combustible a Cuba se mantiene aún en las precarias condiciones de mercado interno de combustibles en el país.
En consecuencia, la caja en divisas del gobierno se sustenta de manera cada vez más crítica en ventas de oro y otros minerales, las cuales son muy difíciles de rastrear y ahora lo serán más, debido a la vigencia de la ley antibloqueo.
Las importaciones totales del país al cierre del tercer trimestre se estiman en 7.700 millones de dólares, de las cuales 55% fueron hechas por el sector privado. De acuerdo con los datos procesados por AH&A, 36% de las compras externas fueron de gasolina, diésel y otros derivados de hidrocarburos.
Las importaciones venezolanas acumuladas al cierre de septiembre de 2020 fueron 4% inferiores a las reportadas en el mismo período de 2019.
Las importaciones privadas se financiaron básicamente con fuentes propias, vía exportaciones y repatriación de capital, una situación que comenzó a verse ya en 2018, pero que ya en 2019 se convirtió en una tendencia estructural ante la incapacidad del ejecutivo para mantener el subsidio cambiario.
El país se ha hecho cada vez más dependiente de las importaciones y ha habido un pernicioso proceso de ajuste, pues se ha reducido la escasez de bienes y servicios no por un crecimiento de la producción interna o de las compras externas, sino por una dramática del consumo. La demanda interna está severamente afectada por la crisis, que se agudiza con una caída de 50% de las remesas, estimada para este año.
De acuerdo con los cálculos de Aristimuño Herrera & Asociados, el PIB venezolano va a terminar el año en una cifra de 65.000 millones de dólares. En 2012, el Producto Interno ascendió a 331.457 millones de dólares, lo que significa que al cierre de este año habría una caída de 80%.
Las importaciones en el mismo período bajaron de 65.951 millones de dólares a una proyección al cierre del ejercicio 2020 de 9.500 millones, una contracción de 85%.
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