La NASA (Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio, por sus siglas en inglés), confirmó este lunes la presencia de moléculas de agua en varios cráteres del satélite natural de la Tierra, la Luna.
Según reporta la BBC, Jim Bridenstine, el jefe de la NASA indicó que aún no está claro si pueden usar esa agua como recurso; sin embargo informó que este hallazgo es clave para los planes de exploración Artemisa.
El agua se encontró en la superficie iluminada de la Luna con ayuda del observatorio SOFIA, un telescopio infrarrojo aerotransportado, el más grande de su tipo en el mundo; y el descubrimiento fue publicado en dos artículos en la revista Nature Astronomy.
SOFIA funciona a bordo de un avión Boeing 747 modificado, vuela por encima del 99% de la atmósfera de la Tierra, por lo que ofrece una vista casi sin obstáculos del sistema solar. Al hacer rebotar la luz infrarroja del telescopio en la superficie de la Luna, los científicos pueden decodificar exactamente lo que refleja esa luz.
Diferentes sustancias aparecen con diferentes colores y, en este caso, los investigadores detectaron el color exacto «característico» de las moléculas de agua. Los investigadores creen que el agua detectada se almacena en burbujas de vidrio lunar o entre granos en la superficie que la protegen del duro ambiente.
Hay más agua de la que se pensaba ¿Podría instalarse una base lunar?
Si bien ya ha habido signos de la existencia de agua en la superficie lunar, este descubrimiento aumenta las opciones para posibles fuentes de agua en la Luna, según dijo a BBC News Hannah Sargeant, científica planetaria de la Open University en Milton Keynes.
Hay bastantes misiones a las regiones polares de la Luna programadas para los próximos años. Pero a más largo plazo, hay planes para construir un habitáculo permanente en la superficie lunar, explicó.
La científica amplió que el lugar donde instalar una base lunar dependerá de dónde está el agua en el satélite de la Tierra.
Por su parte Jacob Bleacher, de la Dirección de exploración humana de la NASA, dijo que los investigadores aún debían comprender la naturaleza de los depósitos acuosos. Esto les ayudaría a determinar qué tan accesibles serían para los futuros exploradores lunares.
Los expertos dicen que la extracción del agua podría sentar la base para una futura economía lunar, dado que sería mucho más barato producir combustible para cohetes en la Luna que enviarlo desde la Tierra.