A medida de que la crisis por la falta de combustible se sigue agudizando en Venezuela, las personas comienzan a buscar alternativas de transporte para seguir realizando sus distintas actividades.
Inicialmente, de un momento a otro, muchos venezolanos «migraron» a las bicicletas. Ante la falta de gasolina, las calles de las ciudades se comenzaron a llenar de personas que pedaleando se trasladaban de un lugar a otro.
Lo mismo sucede con las motos. Al ser un método de transporte que consume menos gasolina que un carro, terminó siendo una opción bastante usual para los venezolanos. ¿El problema? La limitación para transportar a más de un usuario en ellas.
Por esto, hay quienes comienzan a ingeniar opciones para sobrellevar la dificultad. Un ejemplo de ello se evidenció en Barquisimeto, ya que una familia decidió «transformar» su moto, incluyéndole una especie de cabina detrás, donde le agregaron asientos para que otras personas puedan trasladarse en este vehículo.
Esta es una opción que no es nueva. De hecho, en países donde el combustible tiene un costo bastante elevado, se utilizan con mucha regularidad. Pero en Venezuela, es una opción que extrañamente se podía observar en las ciudades, y que probablemente, comience a replicarse con el paso del tiempo.
De hecho, al conversar con la familia barquisimetana, comentaron que tomaron la iniciativa de arreglar su moto para poder seguir trabajando y trasladarse tranquilamente, ya que asumen que el problema de la gasolina seguirá prolongándose y no podían quedarse «de brazos cruzados».