Seguidores de Evo Morales cantaron victoria este lunes 19 de octubre después de que encuestadoras privadas le otorgaran un holgado triunfo en las elecciones presidenciales de Bolivia a su delfín, el exministro Luis Arce, pese a que los cómputos oficiales están demorados.
“Agradecemos al pueblo, una vez más se ha mostrado que el pueblo es sabio”, dijo Arce la madrugada del lunes al comentar los resultados no oficiales.
Morales fue el primero en destacar el eventual triunfo de Arce desde su exilio en Buenos Aires al publicar en Twitter: “El gran triunfo del pueblo es histórico… a un año del golpe, recuperamos el poder político«.
Incluso, la presidenta interina Jeanine Áñez felicitó al posible ganador. “Aún no tenemos cómputo oficial pero con los datos con los cuales contamos, el señor Arce ha ganado la elección. Le felicito y le pido gobernar pensando en Bolivia”, dijo en un mensaje por televisión el domingo en la noche.
Hasta la mañana del lunes se habían computado el 16% de las actas de votación.
El Tribunal Supremo Electoral (TSE) fue blanco de críticas por la demora. Su presidente, Salvador Romero, pidió paciencia y dijo que el cómputo busca certezas. El TSE tiene hasta siete días para dar un resultado final.
“La gente optó por la certidumbre. La demanda de estabilidad y gobernabilidad era muy grande”, opinó Sebastián Michel, portavoz del Movimiento al Socialismo (MAS), el partido de Morales y Arce.
Según Michel, el 20% de los indecisos habría sido fundamental para modificar la tendencia de las encuestas que vaticinaban una segunda vuelta con Arce a la cabeza y el expresidente centrista Carlos Mesa en segundo lugar. “Los indecisos votaron por el MAS”, coincidió el analista Paul Coca.
La incertidumbre sobre la precaria economía del país andino en medio de la pandemia del nuevo coronavirus pudo haber jugado a favor de Arce, exministro de Economía y cerebro del éxito económico de Morales en sus casi 14 años de gobierno, según los analistas.
Un conteo rápido de la privada Fundación Jubileo, vinculada con la Iglesia católica en alianza con instituciones académicas, dio a Arce un 53% de los votos y un 30,8% a Mesa, con un margen de error de 1,48 puntos porcentuales. El sondeo se hizo sobre una muestra que abarcó el 13% de las mesas de sufragio.
Los bolivianos esperan cerrar un año de incertidumbre política tras las anulación de las elecciones del año pasado por supuesto fraude lo que desencadenó un estallido social con 36 muerte que precipitó la renuncia de Morales.