El circuito Caravalí- Recreo- La Mora presenta serias fallas en detrimento de decenas de familias que llevan meses esperando el suministro eficiente de agua potable. Entre los sectores más afectados se encuentran el asentamiento campesino La Mata, 1ero de mayo y Los Pinos
La cuarentena por la pandemia de la COVID- 19 se ha transformado en un martirio para los cabudareños. El lema «quédate en casa» se vuelve un pesado yugo para quienes deben permanecer en sus hogares sin agua y sin luz.
Es el caso de los habitantes del asentamiento campesino La Mata, 1ero de mayo y Los Pinos, donde la escasez de agua potable se ha extendido por largos meses sin que exista una respuesta satisfactoria a sus demandas.
Solo en la urbanización Caramelo unas 70 familias padecen esta sequía. Cada domingo aguardan por el agua pero, la mayoría de las veces, se quedan sin el suministro.
Los habitantes del sector acudieron a la Estación de Rebombeo 98, La Mora, a fin de conocer por qué desde hace más de un año, no reciben agua con suficiente presión.
De acuerdo con datos aportados por el maniobrero de Hidrolara, los constantes apagones impiden que los tanques se llenen pues dependen del rebombeo de la Estación El Recreo. «La orden que tiene el maniobrero es que este sector tiene programación para una sola vez a la semana. Si se va la luz en El Recreo no hay bombeo de agua para llenar los tanques de la Estación 98», explicaron habitantes de la zona a ElImpulso.com.
En este sentido, los intensos cortes eléctricos no solo afectan el llenado de los tanques sino la distribución del agua hacia los sectores que conforman el circuito Caravalí- Recreo- La Mora.
Es importante destacar que si los tanques de la Estación de Rebombeo 98 se rebosan en los días que no corresponde la distribución, el maniobrero prefiere perder el agua a incumplir con la programación. En tanto, decenas de familias permanecen en sus hogares sin el vital líquido, situación alarmante en medio de la pandemia pues la medida de precaución por excelencia es el lavado de manos.
Insostenible
El fin de semana debería estar destinado al descanso después de una jornada de trabajo. No obstante, quienes esperan por agua permanecen atentos a las tuberías durante toda la madrugada para intentar llenar sus tanques y mitigar la severa escasez que los golpea.
Otro drama son los continuos cortes eléctricos. De acuerdo con el movimiento ciudadano Activos por la Luz, solo en la semana del 5 al 11 de octubre se acumularon 30 horas sin luz en estas urbanizaciones.
En este sentido, habitantes de las zonas mencionadas solicitaron una inspección a las autoridades de Hidrolara para que verifiquen esta terrible realidad que afecta a decenas de familias y se concrete una solución que beneficie a todos.