El licenciado Juan José Peralta, conocido familiar y gremialmente como “Popeye”, ha sido víctima de la COVID-19, pues no pudo recuperarse a pesar de los esfuerzos hechos por los médicos del Hospital Militar, donde fue recluido tan pronto mostró los síntomas de la enfermedad.
Es de hacer notar que se hizo una intensa campaña por radio y televisión, así como también por las redes sociales, para garantizarle todos los medicamentos que requería.
El apreciado y experimentado periodista, de 74 años, era hijo del educador Juan José Peralta, cuyo nombre lleva el liceo de Barbacoas, en el municipio Morán. Nació en Humocaro Bajo pero vivió desde pequeño en Barquisimeto.
Tras egresar de la Universidad Central de Venezuela, ingresó a la plantilla de redactores del diario El Universal, trabajó en radio y ejerció las relaciones públicas en diferentes organismos públicos, siendo director del Instituto de Aseo Urbano de la Alcaldía Libertador.
A su regreso a Barquisimeto Mariano Navarro, entonces gobernador de Lara, lo designó director de Información y Relaciones Institucionales del Ejecutivo Regional.
Fue jefe de información del diario El Informador y luego jefe de la redacción nocturna de El Impulso. Recientemente, aprovechó las redes sociales para publicar sus escritos, se mantuvo como columnista en ElImpulso.com y también publicó su novela, Esos muertos míos.
Un docente por vocación que se encargó de guiar a decenas de periodistas quienes vieron en él un modelo a seguir.
Su única hija, Liliana Josefina Peralta Ojeda, reside desde hace tres años en la Argentina. Le sobreviven sus hermanos Eugenia y César, padre de la periodista Yayett Peralta, quien heredó de su tío la vocación y el amor por esta noble profesión.
Deja profundo dolor entre sus familiares quienes disfrutaron su forma de ser, le amaron y recordarán siempre.
Al registrar conmovidos la infausta noticia de su fallecimiento, expresamos nuestra sentida palabra de condolencia a sus familiares. Su recuerdo perdurará entre quienes tuvimos la oportunidad de conocerle como un hombre generoso, un periodista apasionado y gran amigo.
Paz a sus restos.