El COI y la organización local intentan “simplificar” los aplazados Juegos Olímpicos de Tokio, prometiendo ahorrar dinero en lo que un estudio ya describe como los Juegos de verano más caros de los que se tiene registro.
Se esperaba que la junta directiva del Comité Olímpico Internacional revisara el miércoles los recortes previstos. Eso incluía unos 50 cambios en temas no esenciales y mantenía el número de deportistas — 15.400 entre olímpicos y paralímpicos — y de competiciones
También se salvarían en su mayor parte las ceremonias de apertura y clausura, el relevo de la antorcha — un recorrido de 121 días con multitud de patrocinadores — y zonas de competición que se verían por televisión. Eso se refería al terreno de juego y zonas circundantes.
En su propuesta, los organizadores planteaban recortar en carteles decorativos, reducir entre un 10% y un 15% las delegaciones de “inversionistas”, reducir la plantilla de 100 intérpretes internacionales, contratar menos autobuses lanzadera, habilitar menos zonas de ocio, suspender la producción de disfraces de mascotas y cancelar las ceremonias oficiales de recepción de equipos.
No es fácil hacer grandes ahorros.
Los organizadores y el COI dicen que ya habían recortado miles de millones de dólares en costes antes de que se aplazaran los Juegos hace seis meses por la pandemia del coronavirus. Esto incluyó trasladar eventos a recintos ya existentes en lugar de construir nuevas instalaciones.
La mayoría de los gastos más importantes ya se han hecho, como el estadio nacional de 1.430 millones de dólares y el recinto de natación de 520 millones de dólares.
“Tenemos muchas medidas, y a veces parecen pequeñas. Pero cuando las ves todas juntas suponen un gran resultado en términos de simplificación y esperemos que produzcan ahorros significativos”, dijo el mes pasado Christophe Dubi, director ejecutivo del COI, cuando se presentaron los planes en Tokio.
Dubi dijo que se seguirían buscando recortes.
Tokio y el COI no han dado una estimación del ahorro, pero los cálculos en Japón lo sitúan entre el 1% y el 2% del gasto oficial de 12.600 millones de dólares. Sin embargo, una auditoría del gobierno realizada el año pasado indicó que el coste real podría ser del doble de esa cifra.
La mayor parte del coste se cubre con dinero público, salvo 5.600 millones de dólares de una partida de financiamiento privado. En torno al 60% de esa partida — 3.3 millones de dólares — procede de 68 patrocinadores nacionales.
Para mantener a los patrocinadores, en los últimos meses el COI y los organizadores locales han hablado con seguridad de que los Juegos comenzarían como está previsto el 23 de julio de 2021.
La organización ha dicho que no se anunciarán los detalles sobre cómo serán los Juegos hasta finales de años o principios de 2021. Eso incluirá decisiones sobre la asistencia de público local, aficionados no japoneses y las normas para atletas sobre entrada en Japón, vacunas, cuarentenas y demás.
Japón ha reportado 1.600 muertes por COVID-19 y ha impuesto estrictas normas sobre la entrada de ciudadanos de 159 países.