Una diferencia en el clamor de los docentes se dejó ver durante la marcha de este lunes 5 de octubre en Barquisimeto. Su reclamo ya no es solo un beneficio contractual que por ley les corresponde, sino su derecho a la vida, a comer y comer bien, además del hastío por un gobierno que los ha condenado a la pobreza y a la esclavitud.
En síntesis estas fueron las palabras que dijeron a Elimpulso.com los docentes que salieron a la calle para conmemorar el Día Mundial del Educador, suscrito hace 26 años por la UNESCO, OIT y UNICEF. «La vocación es la docencia, no la esclavitud», rezaba una de las pancartas que sostenían este lunes los docentes.
El recorrido inició en la sede de la Inspectoría del Trabajo, situada en la carrera 21 con calle 23, se desarrolló por esta última calle hasta llegar a la carrera 18 y culminó en la calle 25 dónde está ubicada la sede de la Zona Educativa de Barquisimeto, estado Lara. Allí, los profesionales de la educación en todos los niveles, acompañados de la sociedad civil, expusieron sus razones y con solemnidad cantaron el Himno Nacional en medio de la vía, a poco más de 200 días de cuarentena por la COVID-19 en Lara.
El cansancio en sus rostros y la indignación por ver cómo un sueldo inferior a un dólar mensual pisotea y humilla su profesión, fueron los puntos de partida para desafiar a la pandémia que hoy agobia al mundo entero, pero argumentan que al no tener ingresos suficientes, el riesgo de morir es el mismo.
Gremios, sindicatos de diferentes sectores de trabajo y dirigentes estudiantiles se unieron a este reclamo que terminó por exigir la renuncia de Nicolás Maduro este lunes en lo que fue el inicio de una jornada de protestas en contra de la crisis de ingresos y servicios públicos que azota a los venezolanos.
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