En un domingo de sorpresas en el cuadro femenino del otoñal Abierto de Francia, la adolescente polaca Iga Swiatek se cobró revancha. Y Nadia Podoroska se convirtió en la primera argentina en los cuartos de final desde 2004.
Pero fue una jornada habitual para Rafael Nadal, instalándose por 14ta ocasión en la ronda de cuartos de una arcilla roja de París que, ahora mismo ya debe circular en sus venas. El 12 veces campeón de Roland Garros despachó 6-1, 6-1, 6-2 a un jugador que lo idolatra tanta que le puso el nombre de “Rafa” a su gato.
“Todas las generaciones que vienen deben tener pasión para jugar y llegar alto”, dijo Nadal tras derrotar a Sebastian Korda, un chico de 20 años que superó la fase previa y se ha propuesto conquistar al menos dos títulos de Grand Slam, uno más que su padre, Petr Korda, el campeón del Abierto de Australia de 1998.
«Y si yo soy una inspiración para los jóvenes, eso me hace feliz”, añadió el ganador de 19 títulos en las grandes citas y que aún no ha cedido un solo juego en su empeño por igualar el récord de 20.
Una joven generación está dejando su huella en este Abierto de Francia que cambió de fecha, de sus semanas tradicionales en mayo y junio, por la pandemia de coronavirus. Y ello ha sido más notorio en las mujeres.
Contra la jugadora que le abrumó 6-1, 6-0 el año pasado, Swiatek invirtió los papeles ante la máxima cabeza de serie Simona Halep y mandó a casa a la campeona de la edición de 2018, imponiéndose 6-1, 6-2 con sus potentes devoluciones en la red para acceder por primera vez a los cuartos de final de un Grand Slam.
Otra que debutará en esa instancia es Podoroska. La 131 del ránking remontó para vencer 2-6, 6-2, 6-3 a la checa Barbora Krejcikova y emuló a la italiana Martina Trevisan como la segunda jugadora surgida de la fase de clasificación que emergió victoriosa el domingo. Se trata de la primera vez desde la edición de 1978 que dos jugadores que salieron de la etapa preliminar alcanzan la ronda de cuartos.
Tras convertirse en la primera argentina entre las ocho mejores de París desde que Paola Suárez alcanzó las semifinales en 2004, Podoroska aseguró su estreno en el Top 100.
Podoroska domó las condiciones de viento y cantó victoria en su cuarta bola de partido en la cancha Simonne Mathieu, definiendo con una pelota que dejó corta.
“No esperaba este resultado acá en Roland Garros», dijo Podoroska. “Creo que me ha ayudado mucho el tomar cada partido, no pensar mucho en el contexto”.
“Estoy muy segura de lo que estoy haciendo adentro de la cancha», añadió. Eso me hace estar decidida en todo momento».
Podoroska estará en cuartos junto a su compatriota Diego Schwartzman, quien mantuvo su paso intratable al vencer 6-1, 6-3, 6-4 al italiano Lorenzo Sonego. El 14to del ránking mundial capitalizó ocho de 11 oportunidades de quiebre para alcanzar los cuartos por segunda vez en tres años.
Schwartzman se topará ahora con Dominic Thiem, flamante campeón del Abierto de Estados Unidos y finalista de las últimas dos ediciones de Roland Garros. El austriaco sufrió para derrotar 6-4, 6-4, 5-7, 3-6, 6-3 a Hugo Gaston, un francés que es el 239 del ránking y que entró al cuadro principal gracias a un wildcard.
Thiem y Schwartzman son buenos amigos, y el argentino bromeó que no podrán departir hasta después del duelo que sostendrán el martes.
“Estaba viendo el quinto set en la bicicleta. Poco después, Domi llegó y nos pusimos a bromear: ‘bueno, esta será la última vez que nos hablamos hasta el martes’», contó Schawartzman entre risas. “Hizo el ademán de que me iba a pegar en las piernas”.
El Roland Garros 2004 había sido el último Grand Slam con argentinos en los cuartos de individuales de ambas ramas. Tres argentinos se colaron en las semifinales y dos protagonizaron la final, en la que Gastón Gaudio derrotó a Guillermo Coria.
La rival de turno de Podoroska será Elina Svitolina, la tercera cabeza. La ucraniana aspira por alcanzar la primera final de un grande en su carrera y lució dominante al superar 6-1, 6-3 a la local Caroline García.
La onda expansiva de resultados inesperados también remeció el cuadro masculino. En su primer Roland Garros, el italiano Jannik Sinner derrotó 6-3, 6-3, 4-6, 6-3 a Alexander Zverev, el subcampeón del reciente Abierto de Francia.
Sinner, de 19 años, es el primer debutante en la ronda de cuartos de hombres desde el español Nadal, su siguiente rival. Nadal no se frenó en los cuartos como novicio en 2005: ganó la primera de sus 12 coronas en la arcilla parisina.
Halep, quien el año pasado se consagró en Wimbledon, nunca pudo entrar en ritmo bajo el techo de la cancha Philippe Chatrier, incapaz de incomodar a la adolescente de 19 años, a quien en la anterior edición arrasó en 45 minutos.
Esa derrota sirvió de inspiración para Swiatek.
“Una gran lección”, dijo. “Sabía que podía jugar diferente y finalmente pude mostrar mi mejor tenis”.
Halep opuso resistencia 23 minutos más en esta ocasión. No dispuso de una sola de bola de quiebre ante un rival que acumuló 14 contra ella.
“Estaba en todas partes», dijo Halep, quien presumía de una racha de 17 victorias, la mejor de su carrera. “Me tomo un chocolate y mañana me sentiré mejor”.
Los vientos de cambio en el tenis femenino también soplaron en la cancha Suzanne Lenglen, donde Trevisan eliminó 6-4, 6-4 a la holandesa Kiki Bertens (5ta cabeza de serie).
Con tres debutantes en Roland Garros — Podoroska, Trevisan y la española Paula Badosa —en la cuarta ronda, la segunda semana del Abierto de Francia se llenó de nuevos rostros.
Halep y Bertens formaban parte del reducido grupo de seis preclasificadas dentro de las mujeres en la ronda de octavos. Serena Williams (6ta cabeza de serie) renunció a su objetivo de´igualar el récord de 24 títulos por una lesión en el tendón de Aquiles tras ganar en la primera ronda.
“En este nivel ya nadie te sorprende», dijo Halep. “Todas cuenta con un gran nivel”.