En la andadura del hombre por la historia el perro ha sido desde el inicio su leal amigo y compañero. Desde tiempos inmemoriales lo ha acompañado en lo bueno y en lo malo, en la pobreza y en la riqueza, en la alegría y la tristeza, en la salud y en la enfermedad, en la guerra y en la paz.
Cuando el mundo y la misma familia nos abandonan, cuando desaparece nuestra riqueza, bajamos escalones económicos, fama y gloria desaparecen, todo se nos hace añicos, solo el perro permanece a nuestro lado con su amor tan constante y fiel como constante es el sol en su viaje por el cielo.
Reyes, príncipes, ricos, pobres, héroes y campesinos han tenido con ellos sea de raza o mestizo a este animal cuyo amor no tiene precio.
Bolívar tuvo como sus mejores compañeros al indio Tinjaca y a su perro Nevado. Los dos fueron fieles al Padre de la patria y también los que marcaron fuertemente su sentimiento cuando perro e indio cayeron muertos en la batalla del Campo de Carabobo. Nevado es el perro épico que pasó a la historia cubierto de gloria. Tiene un monumento en Mucuchies (Mérida)
El coraje y habilidad de algunos aparecen en leyendas: Rin Tin Tin figura entre los más famosos, único perro que tiene su estrella en el paseo de la fama en Hollywood, allí quedó por siempre la huella de su pata grabada. Entre otros está Layka, Frida, Lassie, Goofy, el cobarde Scoby Doo, Argos el perro de Ulises.
Famosos y propios merecen todo el reconocimiento, razón por la cual se elaboró el presente artículo.
De la familia hay historias tristes y hermosas cuyos nombres solo mencionaré: Nuestros fueron y los que siguen estando con nosotros: Rocky, Tommy, Guardián, Popeye, Muñeca, Cándida, la gran Mily, Pataruco, la hermosa Tinta, igualmente están Lucy, Luna, Doky, el Negro y nuestra gran legendaria Coqueta compartida con Sulay.
En todos ellos un mundo de expresión encierra su mirada y su cola en movimiento.
No me cansaré de luchar por estos nobles animales ni de levantar mi voz de protesta moléstese quien se moleste.
Siendo el mejor amigo del hombre se siente escalofrío al no comprender la conducta inhumana que se emplea contra -todos- los animales.
La compasión hacia los animales está íntimamente ligada a la bondad de los sentimientos humanos.
Sociedad que no es capaz de percibir el sufrimiento de estos seres, es una sociedad de seres inmensamente fríos, egoístas e insensibles que avergüenzan el sentimiento de quienes aunque mucho lo deseemos es poco lo que podemos hacer por estás criaturas.
Si no se les puede ayudar a disminuir su hambre y orfandades, por lo menos respetémoslos y hagamos que sean respetados todos sus derechos como seres vivos que son.
Si la mirada de un perro que busca cariño y cobijo no lo pone a uno a pensar, si verlos flacos, heridos, con hambre o sedientos deambulando de aquí para allá, buscando calmar sus agonías, si eso no nos conmueve, es bueno que nos reunamos con nosotros mismos a examinar nuestra conciencia y corazón.
A los perros no se les dirá nunca santos, pero que lindos y amorosos suelen ser.
El perro es la conquista más notable, la más completa, la más segura y más útil que pudo el hombre ganar.
Hablar de canes inteligentes, es estar dispuestos a llenar con sus historias unos cuantos libros.
La grandeza de un hombre es cuestionable, la de los perros no admite dudas.
Fuera del perro el libro posiblemente sea el otro mejor amigo del hombre. El perro es el compañero, el libro es la aventura.
Como dijera Martín Lutero «tenemos en nuestra vida tres perros peligrosos: la ingratitud, la soberbia y la envidia, sentimientos que cuando muerden dejan profundas heridas».
Esas que nunca dejarán en el corazón nuestros simpáticos y amados perros.
Amanda Niño de Victoria