LeBron James finalmente tuvo un primer juego sencillo en una serie final de la NBA. Uno muy fácil, realmente.
Anthony Davis anotó 34 puntos al debutar en finales, James agregó 25 unidades, 13 rebotes y nueve asistencias, y los Lakers de Los Ángeles apabullaron al Heat de Miami por 116-98 el miércoles.
“Mientras más importante es el momento, él eleva más su nivel de juego”, destacó el entrenador de los Lakers, Frank Vogel, en referencia a Davis, quien no pareció intimidarse en el escenario de la final.
El Heat, en cambio, quedó golpeado y maltratado en más de un sentido.
Kentavious Caldwell-Pope añadió 13 tantos, Danny Green sumó 11 y Alex Caruso terminó con 10 para los Lakers, que regresaron a la final tras una ausencia de una década y enviaron un claro mensaje. James y sus equipos tenían foja de 1-8 en el primer encuentro de las finales, con derrotas en cada uno de los últimos siete primeros partidos.
No ocurrió ahora.
“Realmente destacamos en ambos lados de la cancha”, dijo Davis.
Jimmy Butler se sobrepuso a una torcedura en el tobillo izquierdo y anotó 23 puntos para Miami. el Heat se quedó sin el base Goran Dragic al medio tiempo por una lesión en el pie izquierdo y vio abandonar al pívot estelar Bam Adebayo en el tercer periodo después de que aparentemente se agravó su lesión en el hombro izquierdo.
“Somos mucho mejores de lo que hemos mostrado esta noche”, lamentó el entrenador Erik Spoelstra. “Hay que darles el mérito a los Lakers y trabajar para el siguiente duelo”.
Kendrick Nunn totalizó 18 puntos por el Heat. Tyler Herro agregó 14 y Jae Crowder 12. Adebayo consiguió apenas ocho unidades en 21 minutos y Miami recurrió a sus suplentes en el cuarto periodo. Al menos convirtió una paliza de escándalo en un resultado ligeramente más honroso.
El segundo encuentro está previsto para el viernes. Habrá que ver cuál es la situación de Dragic y Adebayo.
“Todos nosotros, yo también, estamos aquí por él”, dijo Butler acerca del esloveno Dragic. “Sabemos lo mucho que él quiere ganar, ir a la guerra y luchar con nosotros. Y evidentemente lo amamos por eso y queremos que esté acá con nosotros. Pero él debe obedecer lo que le digan los médicos… Debe cuidarse, antes que nada”.
Miami llegó a tener la ventaja por 43-41 cuando restaban 7:33 minutos de la primera mitad. Pero los Lakers se despegaron con una racha de 24-5, que los mandó al descanso con una ventaja de 65-48.
Comenzaron el tercer periodo con otra buena racha, de 18-3, que inclinó definitivamente la balanza en su favor.
“Uno puede aprender más de un triunfo que de una derrota”, aseguró James. “Estoy ansioso de que llegue el día de mañana, para que nos reunamos, miremos los videos e identifiquemos formas en que podemos mejorar”.