Imponer repentinamente un estado policial y militarizar la ciudad obedece al temor que embarga al régimen, que trata de esa forma de impedir que se produzcan manifestaciones de calle, tal como ocurrió la semana pasada en el vecino estado Yaracuy.
Así lo considera el doctor Joel Rodríguez Ramos, abogado constitucionalista, quien explica que una situación de esa naturaleza sólo se puede producir cuando haya un estado de alarma o de excepción.
Pero, lo que hemos observado ayer y hoy es un inmenso despliegue de funcionarios uniformados, cuando apenas se han formado agrupaciones de ciudadanos en la intersección de las avenidas Lara y Leones, en el este de la ciudad.
Ese despliegue también se ha extendido al oeste de Barquisimeto, precisamente cuando entró la fase de la cuarentena rígida, en la cual hay poca movilización de personas en las vías públicas.
El régimen tiene su propia Constitución, cuyo contenido es la demostración de fuerza, represión y persecución a los ciudadanos, manifestó el profesional del Derecho. Y lo que pasó en Yaracuy así lo comprueba.
Aún más, yo ví el video donde el alcalde de Peña incita a marcar a las personas que salgan a manifestar, lo cual no es otra cosa que declarar públicamente la persecución y la agresión a quienes disienten de este régimen, culpable de todos los males que azotan al país.
Todo esto viene de aquella amenaza que hacía el envalentonado Hugo Chávez cuando, públicamente, con el puño de la derecha golpeaba la palma abierta de la izquierda en obvia incitación a destrozar a quien se le opusiera a su forma de mandar, comentó el doctor Rodríguez Ramos.