El representante de Bruselas ante una reunión del Consejo Permanente de la OEA, Michael Curtis, negó que la misión enviada de la Unión Europea a Venezuela represente un «cambio» de postura contra el régimen de Nicolás Maduro.
«La misión fue un desarrollo natural de los esfuerzos diplomáticos y no representa de ninguna manera un cambio en la política de la UE en Venezuela», indicó Curtis.
El diplomático indicó que Venezuela vive una grave crisis política y la Unión Europea no reconoce las elecciones de 2018 que dieron un segundo mandato a Nicolás Maduro y por lo tanto consideran que su gestión carece de «legitimidad democrática».
Curtis señaló que el «70 % de la misión estuvo dedicado a grupos de la oposición y de la sociedad civil» y que el mensaje al régimen de Venezuela fue claro y no ha cambiado.
«No existen las condiciones para un proceso electoral democrático«, indicó el diplomático que aclaró que esta misión no fue parte de ninguna «negociación».