«La felicidad es una actividad de acuerdo con la virtud. El hombre feliz vive bien y obra bien».
Aristóteles
Una de las primeras claves para ser felices, tiene que ver con la capacidad de construir buenas relaciones. Claro que estas relaciones deben ser profundas y, por tanto, para nada superficiales. Y no son relaciones tan solo románticas, va más allá de eso y se deben dar en cualquier campo en el que actuamos.
Me recuerdo como si fuera hoy, la relación de amistad que construimos Reinaldo Achue dueño de Repostería Lara y yo como dueño de Repostería Mara. Éramos competidores, pero nos respetamos y nos dábamos muchos consejos, bueno el más que yo por su mayor experiencia.
Nos visitamos muchas veces en nuestras empresas, compartimos conocimientos, incluso él me ayudó mucho a conocer mejor el funcionamiento del horno para que yo comprara el adecuado y así fue. Cada vez que nos encontrábamos en cualquier actividad de cualquier tipo, siempre nos saludamos con mucho afecto. En realidad, fue una relación que me produjo mucha felicidad y estoy totalmente seguro de que a él también.
Otra tiene que ver, con hacer que nuestra vida sea lo más simplificada posible. En este sentido, tenemos que dedicar tiempo, a practicar nuestra religión y a orar y meditar. Estamos distraídos con muchas cosas, que sin dejar de ser importante nos alejan muchas veces de lo que es importante para ser felices. Debemos cultivar la relación que tengamos con nuestros amigos. La lectura es otra cosa que debemos hacer permanentemente y con disciplina.
Tenemos que dedicarnos a una sola cosa a la vez, terminarla completamente y entonces atacar otra. Tenemos la costumbre de atacar diversas actividades o tareas al mismo tiempo y eso nos distrae y nos hace a no terminar con éxito muchas veces lo que debemos hacer y a ser infelices con nuestro desempeño.
El ejercicio físico es también muy importante y simplemente es salir a caminar treinta minutos tres veces por semana hasta llegar a una hora diaria los siete días de la semana, pero poco a poco. Inclusive durante ese tiempo ir incluyendo algún ejercicio aeróbico según nuestra capacidad y edad por supuesto.
Tenemos que dejar que las situaciones dolorosas fluyan, no llevarlas dentro por mucho tiempo, no quedarse con ellas, desahogándonos solamente llorando si es el caso o compartiéndolas con un amigo o salir a un sitio solitario y gritar hasta que salga. Igualmente, muchas personas tienen un diario y así desahogan sus sentimientos. En particular, mi padre todos los días mientras estábamos sentados viendo televisión, siempre tenía algo que escribir en su diario.
Alguien me contó dos casos que no se realmente si son totalmente ciertos, pero reflejan lo que se tiene que hacer. Existía una empresa que tenía una habitación donde había muñecos con las caras de los jefes y todos tenían el permiso de entrar a esa habitación y golpear los muñecos como manera de desahogar su rabia y en otra ocasión un amigo me dijo que, paseando por Pekín, vio que en los techos de las casas había gente que estaba prácticamente gritando, como una manera de soltar su energía negativa. Debemos ser humanos.
Todos los días al Dios que tienes, exprésale gratitud por lo que tienes y además aprécialo. Comparte esa gratitud con alguien.
Se deben buscar tantas actividades como sea posible que proporcionan significado y placer. Al final del día, con una hora que le dediques a realizar una actividad que te brinda satisfacción, entonces estás ganando en felicidad. Debes sonreír el mayor tiempo que puedas, más bien reír a carcajadas.
Definitivamente, las personas mas felices del mundo según Martín Seligman tienen, por un lado, unas relaciones íntimas sólidas de todo tipo y la otra cosa es la gratitud, el reconocimiento. Por tanto, fortalecemos nuestro sistema inmunológico cuando nos concentramos en ser agradecidos. Por eso cuando se aprecian las cosas buenas que tenemos en nuestras vidas, las cosas buenas en nuestra vida aumentan de valor y tenemos más. Debemos buscar el lado positivo de las cosas siempre.
Italo Olivo
www.iolivo.com