Ante la imposibilidad de regresar a las aulas debido a la pandemia de la Covid-19, y a las medidas de protección que incluyen métodos de educación a distancia vía internet, el nuevo año escolar 2020-2021 arrancó con los niños recibiendo clases desde sus hogares.
Una modalidad que, a juicio de la psicopedagoga Valentina Ramírez, perteneciente al grupo de profesionales que hacen vida en el Valle Arriba Athletic Club (VAAC), generó angustia y estrés tanto a los niños como a los padres, por cuanto se enfrentaron a un escenario desconocido, en el que hubo transferencias de las responsabilidades de la escuela al hogar. “Con base a esas experiencias, este nuevo año debe ser distinto”, afirmó.
Señaló que, en algunos colegios se ejerció de manera efectiva el rol de educar; mientras que en otros no fue así.
“De la experiencia que dejó el pasado año escolar, hay muchos aspectos a mejorar, como por ejemplo, el uso de mejores plataformas y no cambiarlas con tanta frecuencia, evitando agobiar a los alumnos y a los padres, pidiéndoles que descarguen o prueben una gran cantidad de aplicaciones; optimizar la capacitación de las maestras y dotarlas de las herramientas tecnológicas necesarias (computadoras, laptops, tabletas, internet, etc.), para que puedan trabajar desde sus casas; establecer reglas para el aprendizaje a distancia, entre otras”, indicó.
Sugirió también a los padres y representantes desarrollar un plan de trabajo junto a sus hijos, en el que la organización y atención sean elementos indispensables; “crear un espacio en casa para que los chicos puedan concentrarse, tener privacidad y silencio; así como contar con todos los materiales necesarios a la mano, para evitar distracciones y pérdida de tiempo”, acotó.
Necesidad
Asimismo, la motivación hacia los niños, empoderarlos en su rol como estudiantes, es muy importante, “Hay que reforzar en ellos el hecho de que sí pueden enfrentar este nuevo año escolar”, resaltó Ramírez, al tiempo que enfatizó en la necesidad de respetar el horario de esparcimiento en las tardes “porque eso es muy importante para su salud mental”.
Por otra parte, resaltó que es preocupante la situación de los padres que trabajan. “Su presencia influye en que los niños sigan las clases. El otro punto es que no todos cuentan con las herramientas tecnológicas para seguir las clases de manera virtual. “Hay experiencias de padres y maestros que se ofrecen como tutores externos”.
Seguir la rutina escolar tradicional, en tiempos de confinamiento
Como una buena herramienta, Ramírez sugirió a los niños y adolescentes seguir la rutina que tenían cuando iban al colegio. “Es decir, levantarse temprano, desayunar, alistarse para ir a las aulas. Hay casos de chicos que incluso se ponen el uniforme, para asistir a las clases virtuales”, precisó.
La docente indicó que los estudiantes deben respetar el horario de las clases, y no incorporar actividades que no estén en el calendario escolar. “Por ejemplo, hay niñas que se ponen a cocinar postres durante las clases”. Importante también es el descanso, sobre todo cumplir con la rutina de ir a dormir en horario, tal y como era costumbre cuando asistían a clases presenciales.
Ramírez señaló que la ayuda de una psicopedagoga es necesaria, y más en los actuales momentos, enfatizando que, anteriormente se solicitaba solo para casos de dificultades de aprendizaje, pero ahora se ha ampliado esa mentalidad.
“Una psicopedagoga, que trabaja con todas las percepciones y sentidos, ayuda a mejorar en todas las áreas, y es necesaria cuando al niño le cuesta atender, concentrarse, es disperso o tiene habilidades deficientes, más en estas circunstancias de presión y confinamiento”.
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