Prepárense para las Finales de la NBA — una serie por el campeonato como ninguna otra, para cerrar una temporada como ninguna otra.
El Heat de Miami y los Lakers de Los Ángeles han emergido como los dos últimos equipos que quedan en pie dentro de la pugna para coronarse campeones de la temporada más tumultuosa en la historia de la NBA. Miami ganó el cetro de la Conferencia Este la noche del domingo, despachando a Boston al día siguiente que los Lakers conquistaron la corona del Oeste.
Así que, por primera vez — bueno, excluyendo la primera temporada de la liga — dos franquicias que se perdieron los playoffs la pasada campaña se medirán en las Finales.
El primer episodio de la serie Heat-Lakers será la noche del miércoles en la burbuja de Walt Disney World.
“Tenemos claro el por qué estamos acá», dijo el el estelar alero de los Lakers Anthony Davis, cuya primera participación en una serie por el título se da en su primera temporada con el histórico equipo de Los Ángeles. “Queremos ganar un campeonato. Estamos a cuatro victorias, un paso más cerca de nuestro objetivo”.
James apunta a un cuarto campeonato de la NBA, y el tercero con una franquicia distinta. También está por convertirse en el primer jugador que fue el MVP de unas Finales con un equipo para luego enfrentar a ese mismo conjunto en una serie posterior por el cetro. Sus primeros dos títulos fueron con Miami en 2012 y 2013, los puntos culminantes de un ciclo de cuatro años con el Heat que acabó en 2014.
Esa fue la última vez que Miami estuvo presente en este escenario. James decidió volver a Cleveland mucho antes de lo que el Heat había calculado, Chris Bosh fuera diagnosticado con coágulos sanguíneos — condición que puso fin a su carrera — y Miami pasó de la gloria a la mediocridad en un parpadeo.
Con un núcleo joven liderado por Bam Adebayo y Tyler Herro, la veteranía de Goran Dragic y la adición de Jimmy Butler hace un año, el Heat ha vuelto a ser candidato, mucho antes de lo previsto, sorprendiéndose a ellos mismos.
Pero Riley — cuatro veces campeón durante un ciclo de siete años como entrenador de los “Showtime” Lakers — no es alguien reconocido por ser paciente.
Piensa en grande. Por eso se fichó a James y Bosh para acompañar a Dwyane Wade en 2010. Por eso obtuvieron a Butler en 2019, aún cuando no tenían dinero para invertir en agentes libres. Por eso añadió a Andre Iguodala, Jae Crowder y Solomon Hill en febrero, dejando partir a Justise Winslow, James Johnson y Dion Waiters. Llamativamente, Waiters acabó con los Lakers y ahora se las verá con el Heat en esta serie.
“Para acoplarse aquí, lo único que debes hacer es tener hambre de ganar», afirmó Butler días atrás. “Es lo principal. Tratar de ganar un campeonato. Y Somos un grupo que sale a luchar por eso cada noche, cada día”.
Desde luego que los Lakers tienen el mismo objetivo.
Su consigna en estos playoffs ha sido “Dejar un Legado”, aludiendo al gran Kobe Bryant — la leyenda de los Lakers que pereció, junto a su hja Gianna y siete otros, al desplomarse su helicóptero el 26 de enero.
El último campeonato de los Lakers fue ganado en 2010, cuando Bryant se adjudicó su quinto y último título. James ha disputado las Finales en cada año desde entonces, salvo uno. Nunca se pudo cristalizar un duelo LeBron-Kobe por la corona, pero ha tocado una finalísima en la que James y los Lakers tendrán a Bryant muy en cuenta.
Para ellos, en un año en el que la pandemia paralizó la liga el 11 de marzo y la lucha contra la desigualdad racial y la brutalidad policial derivó en una temporada sin precedentes, el desenlace ideal es honrar a Bryant con el 17mo campeonato de los Lakers.
“Tenemos bien claro lo que queremos», afirmó Davis.