El siglo XIX vio nacer en Venezuela eminencias religiosas. Destacan entre ellas el doctor José Gregorio Hernández y la Madre Teresa de San José, de quien nos ocuparemos hoy en Historia Menuda.
Laura Evangelista Alvarado Cardozo nació en Choroní, Edo. Aragua el 2 de abril de 1875. A los 5 años su familia se muda a Maracay y desde muy joven es atraída por la vocación cristiana y la fe católica.
En 1893 pasa a formar parte de la Sociedad Hijas de María y colabora en el recien fundado Hospital de San José, primero de Maracay, fundado por el padre Justo Vicente López Acevedo. En 1903 pasa a ser la Superiora de la Congregación de las Agustinas Recoletas y es allí que adopta el nombre de Madre María de San José.
Larga fue la trayectoria de la amada Madre, quien a lo largo de su vida fundó orfelinatos y asilos para pobres. En 1935 El Impulso publicaba una de las tantas obras de la Madre María de San José, cuyo legado se intensificaba conforme avanzaba el siglo XX.
Muere la Madre María de San José a los 92 años de edad el 2 de abril de 1967. En 1978 se inicia su proceso de beatificación, se le atribuyen múltiples milagros y muchos visitan su sepulcro.
Los trámites para la beatificación exigen la exhumación de sus restos. El 19 de enero de 1994 los restos de la venerable son extraídos y para asombro de todos, su cuerpo estaba impoluto.
El 7 de mayo de 1995 fue beatificada por el Papa Juan Pablo II. Fue la Madre María de San José la primera beata venezolana.