El expresidente de Bolivia, Evo Morales, fue acusado por el actual gobierno interino de ese país por haber desviado de forma presuntamente ilícita más de 16 millones de dólares, aportados por Venezuela, a empresas bolivianas de España y de Estados Unidos para “comprar” a medios de comunicación.
Según indicó Yerko Núñez, Ministro interino de la presidencia, el dinero sirvió a través de esas empresas para “comprar” a determinados medios de comunicación con el fin de que difundieran una imagen “favorable” a la administración de Morales y “persecutoria” contra rivales políticos.
Núñez explicó en una rueda de prensa en La Paz que un informe de la Unidad de Investigación Financiera del Estado boliviano detectó un “presunto ilícito” por el uso de recursos públicos transferidos a empresas privadas.
Estos recursos presuntamente sirvieron para la compra de acciones de tres medios de comunicación, según Núñez, aunque solo dio el nombre de la cadena de televisión ATB en Bolivia.
Según el representante del gobierno interino, el dinero fue facilitado por Venezuela a través de su embajada en La Paz para cooperación. El Gobierno denuncia que el gerente de ATB, el empresario Marcelo H., usó esos fondos para su cadena y otras empresas de Estados Unidos y de España.