Además de la escasez, las fallas en los vehículos y un menor rendimiento, son algunos de los problemas con la gasolina en Venezuela. Una encuesta realizada por RunRun.es en la red social Twitter arrojó que 1.085 de los 2.559 participantes (42,4%) había tenido fallas en sus vehículos al surtir gasolina, 758 participantes (29,6%) no ha podido recargar sus tanques, 624 personas (24,4%) consideran que rinde mucho menos, y 92 participantes (3,6%) no han notado diferencia.
Ivan Freites, Secretario de Profesionales y Técnicos de la Federación Unitaria de Trabajadores del Petróleo, del Gas, sus similares y derivados de Venezuela (Futpv), aseguró que la gasolina que se encuentra en Venezuela proviene de dos fuentes: el contrabando desde Colombia, Brasil y países del Caribe; y de la producción de la refinería de Cardón, en el estado Falcón.
La gasolina iraní, explica Freites, se acabó hace meses. “Lo que llegó de Irán fueron los cinco barcos que trajeron casi un millón 500 mil barriles de gasolina y desde ahí no ha llegado más gasolina (…) Además la refinería El Palito no ha podido producir hasta el momento un solo barril de gasolina; lo único cierto sobre esa refinería son los derrames que ha generado en las áreas marítimas aledañas”, sentenció.
Sobre la producción de combustible en el país, Freites detalló que no tiene todos los componentes para ser considerada de calidad. “La gasolina que se vendió hace un par de días en Venezuela la produjo la planta refinadora de nafta de Cardón, y esa gasolina es solo reformada. No tiene los otros componentes como son el pilatos, oxigenado, mtv tame, nafta catalítica, pentano y gutano porque no se están produciendo. Todas esas plantas están paralizadas”, aseveró.
Esto, según Freites, hace que la gasolina ronde entre los 90 y 91 octanos y genere problemas en los motores de los vehículos. “La gasolina se vende como esté y no hay control de calidad. Eso lo eliminó Pdvsa hace años”, enfatizó. Además indicó que incluso la gasolina que ha sido importada al país tiene un color y olor que permiten determinar que está fuera de especificación.
Costosa y deficiente
Curiosamente, cuando la gasolina en Venezuela era prácticamente regalada, pocos ponían en duda su calidad, pero las cosas han cambiado. Dolores Dobarro, ex-viceministro de petróleo y actual consultor independiente, coincide con que hoy en Venezuela no hay todos los componentes para que la gasolina tenga el octanaje necesario para la flota automotriz del país. “Lo primero que se obtiene del componente natural es nafta. La nafta se debe mezclar con aditivos. Uno de ellos es el pilatos, necesario para regular el octanaje. También el alquilato, que se está produciendo muy poco o nada en el país; de hecho, uno de los primeros buques iraníes trajo alquilatos”, detalló.
Dobarro explicó que por el bajo octanaje de la gasolina, los carros presentan pistoneo, pierden fuerza y la gasolina se evapora más rápido. “A eso se agrega que hay algunos tanques de las estaciones de servicio que están sucios entonces tienen sedimentos y eso también afecta a las bombas de gasolina, y al motor del vehículo en general”, señaló.
Si en el largo plazo esta situación se mantiene, Dobarros asegura que es posible que los vehículos presenten problemas más serios en los filtros y en la bomba de la gasolina.
Transporte público golpeado
Hugo Ocando, presidente de la asociación civil Transporte Unido por Venezuela, aseguró que los trabajadores del transporte público han tenido que realizar una inversión extra en aditivos, que cuesta entre 3 y 6 dólares el frasco de 200 ml, para mejorar el octanaje de la gasolina. Además, indicó que la gasolina les está rindiendo menos. “Antes una unidad podía trabajar un día y medio con 80 litros, ahora trabaja un día si acaso”.
Venezuela tiene la flota de transporte público más antigua de Latinoamérica, según lo explicado por Ocando. “En su mayoría son carros de los años 70, 80 y 90 y esos carros están presentando fallas de carburación por el combustible”. Ante esto, los conductores han tenido que limpiar y reparar los carburadores ya que se les crea un agua que no se presentaba antes.
“Eso se hacía una vez al año, pero recientemente todos lo han hecho, pero eso puede llegar a costar hasta 20 dólares o 50 dólares si tienen que cambiarle el kit y pagar la mano de obra (…) Una unidad está haciendo entre 10 y 15 dólares diarios y de eso viven el dueño de la unidad, el colector y un avance (conductor de relevo)”, explicó Ocando.
El presidente de la asociación civil lamentó la situación y detalló que si las unidades de transporte público no consiguen gasolina subsidiada no trabajan, por no ser rentable pagarla al precio internacional o del mercado negro.
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