El presidente argentino Alberto Fernández anunció este viernes la prolongación de la cuarentena por el nuevo coronavirus, que desde el lunes se profundizará en algunas provincias del interior donde preocupa el aumento de los casos.
Fernández dijo en un acto oficial que la prórroga de las medidas de aislamiento hasta el 11 de octubre estarán contenidas en un decreto que se dará a conocer durante la jornada.
“Se profundizarán medidas donde se deban profundizar para evitar el contacto” en zonas donde los casos de contagios son altos, acotó el mandatario.
Agregó que “por más que queramos volver a la normalidad”, la pandemia “está lejos de haberse superado” y en ese sentido señaló que habló en las últimas horas con varios gobernadores de provincias para analizar cómo atajar la propagación del virus.
En Argentina, donde la cuarentena que comenzó hace casi seis meses se ha ido flexibilizando en distintas áreas, las personas contagiadas de COVID-19 superan las 601.000 y las fallecidas son cerca de 12.500.
El incremento de los contagios han ido de la mano de la violación de las medidas de aislamiento por parte de una hastiada población, ya que abundan los encuentros familiares y entre amigos.
En la capital y las localidades de alrededor se registra en la actualidad una meseta alta pero estancada de infectados, mientras que la pandemia se expandió a las provincias del interior, varias de las cuales tienen hospitales que están al borde del colapso.
La Presidencia argentina señaló posteriormente en un mensaje de audio difundido en redes sociales que los casos de COVID-19 «continúan en aumento en América” y advirtió que “la ciudadanía comienza a relajarse”. Recordó que al inicio de la pandemia el problema estaba concentrado en el área metropolitana de Buenos Aires, pero ahora 49,2% de los nuevos casos están en las provincias, cuando antes era 7%.
Jujuy, Mendoza, Río Negro, Santa Cruz, Tierra del Fuego, Santa Fe, La Rioja, Tucumán, Salta, Neuquén y Córdoba son las provincias que más casos acumularon en los últimos 15 días y ocho de ellas muestran una alta tensión en su sistema de salud.
Por otro lado, las autoridades de la capital —de signo político opositor al gobierno nacional— anunciaron que a partir de la semana que viene estarán permitidas las celebraciones litúrgicas en los templos con un máximo de 20 personas, bajo estrictas medidas de distanciamiento.
También se habilitarán las obras de más de 5.000 metros cuadrados o que se encuentren a menos de 90 días de finalizar.
Además se abrirán más espacios al aire libre para dar servicios de gastronomía, que ya están permitidos en las veredas.
Las políticas de mayor flexibilización tomadas en los últimos dos meses por la Ciudad de Buenos Aires han sido cuestionadas por las autoridades sanitarias nacionales.
En tanto, la populosa provincia de Buenos Aires -la más importante del país- avanzaría en la únicamente en la habilitación de actividades industriales.
Mientras que la apertura comercial e industrial es generalizada en Argentina, los vuelos regulares siguen sin operar, hay controles especiales para el movimiento entre distintas jurisdicciones, no hay clases presenciales en la inmensa mayoría del país, tampoco hay fútbol y están cerrados los museos y los boliches para bailar.
