El gran reto del empresario venezolano en este momento, es mantenerse, con una especie de espíritu de supervivencia, lo cual es transversal porque se tienen las realidades del campo, que no solo padece de la falta de la gasolina de algunos insumos, similar situación vive la industria que no cuenta con electricidad, materias primas, financiamiento.
Así lo advierte el presidente de Fredecámaras, Ricardo Cusano, quien insiste en que el empresario trata de sobrevivir, prevalecer, tratar de que la santa maría de la empresa permanezca abierta, afirmando que no hay nada más preocupante que una santa maría que deja de abrirse, una industria que deja de encender sus maquinarias, una tierra que deja de producir o un ganado que dejas de ordeñar, advirtiendo que luego la reactivación de ese proceso productivo es extremadamente mas complejo y más cuesta arriba, siendo este el norte de casi todos los empresarios hoy en día.
Señala que luego puede venir la innovación, si puede mejorar la distribución del producto con un delivery, cambiar de rubros sin hacer grandes modificaciones, admitiendo que esto es extremadamente complicado.
Sobre el impacto de la la pandemia indicó que ha sido nefasto, agregando que ya Venezuela venía con una contracción de 26 trimestres en la economía, no solo había problemas estructurales de luz, de agua, de gasolina, “obviamente que seis meses sin una ayuda económica estructurada, no para la empresa, sino para la gente, porque el drama más grande que tenemos es que el país no tiene capacidad de consumo, y cuando esto ocurre, la acción de ser trabajador, empresario, profesional, por cuenta propia, informal, o lo quien se quiera, tiene unas connotaciones totalmente distintas de cara a la economía”.
“Hoy tenemos un país sin capacidad de consumo, que por la forma en que se ha venido aplicando las políticas públicas en los últimos veinte años, nos ha aislado de la comunidad internacional; además por la falta del respeto a los preceptos constitucionales han generado unas restricciones internas a Venezuela, que le hace más complicado a Venezuela, y en consecuencia a los venezolanos, no a los que ya sabemos que nos han llevado a esta realidad, entonces en definitiva, tenemos un panorama muy complejo. Pero también es importante resaltar en estos seis meses, si es que algo ha habido, es que se ha visto en el país el compromiso del empresariado por mantener los puestos de empleo y de la familia venezolana, lamentablemente esto no esta acompañado por una visión que permita, no solo mantener los puestos de empleo, sino también sus capacidades de compras, las condiciones y la calidad para el desarrollo de la actividad económica”, aseguró.
Sobre el apoyo del sector oficial, Cusanno admitió que hay sectores como la agroindustria, que ha tenido algunas consideraciones, lo que no significa que han cambiado su entorno, pero si han tenido consideraciones, pero cuando se hace un comparativo 2019-2020 se observa que han tenido mayores capacidades de producción en el 2020, porque en el marco de la pandemia hubo algunas personas, algunos espacios de pensamiento en el ejecutivo que permitieron algunas condiciones menos hostiles, y esto hace que haya más posibilidad de producir, pero en líneas generales, no todos los sectores han vivido esta realidad.
Dos décadas de insensatez política
Al ser consultado en torno a los obstáculos que hay que superar para poder mantenerse, destacó en primer termino, la insensatez política, recordando que el país tiene dos décadas de conflictividad, de posiciones tozudas y atavismos ideológicos, pero en el marco de la pandemia casi todos los países han tenido un espacio para que la salud y la economía tengan un punto de encuentro para la toma de decisiones coyunturales, que luego permita una normalización, ir a lo estructural, afirmando que en Venezuela ha faltado de manera exclusiva, ese espacio de sensatez y de más reacción para construir esas soluciones, soluciones que además, podrías ir seccionando.
“Lo único positivo dentro de de tantos problemas, es que los venezolanos tenemos una capacidad de adaptación para sortear esos obstáculos y seguir manteniendo vivo el sueño de democracia, de plena libertad, de progreso, de trabajo digno, de empoderamiento ciudadano sobre la base de mayor producción para que yo, cuando me paro frente a un anaquel y quiero comerme una fruta o un chocolate, sea yo el que decida, esta es una de las pocas buenas noticias que podemos resultar en estos 185 días de pandemia”, dijo Cusanno en entrevista radial.