El expresidente boliviano Evo Morales perdió una batalla legal para ser candidato a senador en las elecciones del 18 de octubre, luego de que un Tribunal de Justicia de primera instancia inhabilitara el lunes su postulación por la región central de Bolivia en medio de protestas en su contra.
La resolución aún puede ser revisada por el Tribunal Constitucional de Bolivia, la última instancia. Sin embargo, el exmandatario dijo en Twitter que la acatará. Es la primera vez en más de 20 años que no participaría en los comicios de Bolivia.
“La historia demuestra que podrán inhabilitar a Evo pero no podrán proscribir al pueblo”, escribió Morales, de 60 años. En un mensaje previo dijo que la decisión se tomó “bajo amenazas y presiones de procesos” al juez y considera que es “política e ilegal”.
Morales intentó habilitarse con un amparo constitucional después de que hace seis meses el Tribunal Supremo Electoral invalidara su candidatura, con el argumento de que no cumple con el requisito de residir en la localidad a la que se postula desde al menos dos años antes. Sus abogados alegan que tuvo motivos de fuerza mayor para dejar el país, pero que es su derecho participar en las elecciones.
En las puertas del tribunal un grupo de personas, entre ellas varios jóvenes, aguardaron la decisión, y luego de conocerla marcharon por las céntricas calles de la ciudad coreando consignas contra Morales.
Los expertos alertaron que el exmandatario buscaba un “fuero parlamentario” para evadir a la justicia en varias denuncias que tiene. Además mencionaron que, de ser elegido, podría volver a la presidencia.
Por su parte, la presidenta interina Jeanine Áñez celebró la decisión.
«Frenamos al Movimiento al Socialismo (partido de Morales) en dos oportunidades y lo hemos hecho con la ley en la mano, sin violencia y sin enfrentamientos», escribió Áñez en su cuenta de Twitter.