Maracaibo cumple hoy 491 años. Un poco maltrecha y avejentada por el cansancio y el trajín de años de abandono, pero altanera como siempre
Los marabinos poseen diversas cualidades que los distinguen entre muchos, pero una de las más arraigadas es su amor por el terruño. Los que salieron de Maracaibo la extrañan, pero muchos que aún viven en la ciudad la encuentran irreconocible.
Quienes vivieron la ciudad amada por el sol, la de los colores estridentes y la música chillona, hoy añoran la Maracaibo de la risa, de las matas de mango por doquier y del abrazo sudoroso y apretado.
Lo que para muchos extranjeros representó un caos, para los marabinos fue motivo de inspiración, orgullo y un amor incondicional por la ciudad “más bonita de la bolita del mundo”.
Maracaibo cumple hoy 491 años. Un poco maltrecha y avejentada por el cansancio de tantas noches velando la llegada del agua, golpeada por el racionamiento eléctrico y mancillada por quienes no comprenden su singular idiosincrasia.
Quienes no lograron entender porque Maracaibo, la ciudad más caliente de Venezuela, tuvo una pista de patinaje sobre hielo. Porque era un privilegio montarse en un “carrito porpuesto” y pasear por el Puente sobre el Lago.
Mi Maracaibo amada, como te extraña tu gente. Tú algarabía, ese caos perenne y la irreverencia de tus calles y tus modos. No hay palabras para explicarte, para definir cómo fuiste y cómo eres. Solo las imágenes que hablan por sí solas.
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