Con apoyo ampliamente mayoritario asumió el difunto Presidente Hugo Chávez al gobierno. Elegido en diciembre de 1998, tomó posesión en febrero de 1999. El Congreso, donde estaba en minoría le aprobó en seguida una Ley Habilitante y en diciembre lo disolvió. A su llegada un dólar americano compraba Bs. 576, su pérdida de valor desde 1983 fue ciento treinta y tres veces. El país andaba mal. Hoy, tras veintiún años ininterrumpidos de gobierno del PSUV, hasta 2013 con él y luego con el sucesor que escogió, la divisa estadounidense cotiza a Bs. 305.452, lo cual sería quinientas treinta y tres veces menos. Pero cuidado con esa cuenta, porque hay que sumarle los ocho ceros que en dos reconversiones le han “quitado”, así que un dólar estaría en Bs. 30.545.200.000.000. No se preocupe, a mí también me cuesta leerlo, son treinta billones más quinientos cuarenta y cinco millardos y otros doscientos millones. Una cifra inimaginable y nominalmente ni siquiera comparable con los presupuestos nacionales de los presidentes de antes. Síntoma monetario y cambiario de un país que anda muchísimo peor.
¿Qué pasó? Una respuesta rápida puede encontrarse en políticas equivocadas motivadas por el voluntarismo, la improvisación o la fantasía. Aparte de las decisiones de miope cálculo político develadas por Giordani y el gasto desordenado y sin control de ingresos nunca vistos, incentivos a la corrupción.
¿Era inevitable? No. Lo advirtieron dentro los expertos y quienes viven la economía práctica: empresarios, trabajadores, consumidores; afuera el FMI, el Banco Mundial entre otros. Hubo propuestas desde distintos sectores, incluidas universidades a las que en vez de escucharlas se las persigue, la academia de la economía y todas juntas, más destacados economistas venezolanos reconocidos aquí y afuera.
Sin contar lo que propuso la oposición política en sus Lineamientos para un Programa de Gobierno de Unidad Nacional del 23 de enero de 2012, tachado falsamente por la propaganda oficial lo mismo que lo planteado por el candidato Capriles como neo-liberal.
Constructivamente el Instituto Fermín Toro, aparte de foros públicos de alto nivel, ha editado La Nueva Economía Venezolana (2017), Y en 2019 Decisiones de Gobierno en Venezuela, Inflación Alta e Hiperinflación: miradas, lecciones y desafíos para Venezuela y de Luis Oliveros, La industria petrolera en la era chavista. Están en librerías.
Respuesta: sordera e indiferencia. Resultados: éstos.
Ramón Guillermo Aveledo