Un ejecutivo petrolero estadounidense que se encuentra en prisión en Venezuela ha estado fuera de contacto con sus familiares o abogados durante casi una semana, y su familia dijo el jueves que teme que se haya contagiado del nuevo coronavirus.
José Pereira, expresidente de la petrolera Citgo, con sede en Houston, fue trasladado el 28 de agosto a un hospital que no se ha dado a conocer luego de quejarse en una llamada anterior de tener tos seca, comentó su hijo a The Associated Press.
Desde entonces, sus abogados y familiares no han podido obtener información de su paradero, señaló John Pereira. Sus compañeros de celda, que trabajaban bajo el mando de Pereira en Citgo, comentaron a sus seres queridos que el miércoles los guardias se llevaron la ropa y los medicamentos de Pereira de la cárcel ubicada en la capital Caracas.
“Estamos desesperados”, dijo Pereira, quien pidió al régimen venezolano proporcionar información sobre la salud de su padre. “Necesitamos saber lo que le está pasando”.
El fiscal general al servicio del régimen, Tarek William Saab, no comentó al respecto cuando fue contactado por la AP el jueves.
Pereira, de 62 años, ha vivido en Estados Unidos desde 2012 y ha sido residente legal permanente desde 2015. Fue detenido en 2017 junto con cinco de sus colegas, todos de ellos ciudadanos estadounidenses naturalizados, después de que fueron citados en Caracas antes del Día de Acción de Gracias para lo que les dijeron sería una reunión de emergencia en la sede de la compañía matriz de Citgo: Petróleos de Venezuela (PDVSA). En lugar de eso, elementos de seguridad enmascarados los sacaron de una sala de juntas.
Actualmente están siendo juzgados por cargos de corrupción que derivaron de un plan, el cual nunca se ejecutó, para refinanciar unos 4.000 millones de dólares en bonos de Citgo ofreciendo 50% de las acciones de la compañía como garantía. La sesión del martes, en la que se esperaba que Pereira estuviera presente, fue cancelada sin razón alguna.
Muchos creen que Nicolás Maduro está reteniendo al grupo de ejecutivos para utilizarlos a su favor luego de que las relaciones entre Estados Unidos y Venezuela se han deteriorado.
El exgobernador de Nuevo México, Bill Richardson, viajó recientemente a Caracas para presionar a Maduro para la liberación de los hombres. Posteriormente, dos de los seis estadounidenses, Gustavo Cárdenas y Jorge Toledo, fueron puestos bajo arresto domiciliario. Los otros hombres que siguen detenidos en la prisión El Helicoide son: Tomeu Vadell y los hermanos Alirio y José Luis Zambrano.